Restaurante Pez Globo en Mataró

Terraza súper acogedora y comida muy buena, tapeo y arroces de 10. Personal muy amable, buen servicio.

Una experiencia de contrastes Visitamos este restaurante en Mataró para hacer un picoteo y tuvimos una experiencia variada. Las croquetas de gamba fueron sin duda el plato estrella: deliciosas y con mucho sabor. , ya que tenían un gusto extraño que no acabó de convencernos. En cuanto al precio, lo encontramos un poco excesivo en relación con lo que comimos. También echamos de menos una carta más variada, ya que es bastante pequeñita, y además, un par de platos que queríamos probar no estaban disponibles. Eso sí, el servicio fue impecable: muy atento y profesional, lo que valoramos muy positivamente. El local está decorado con mucho gusto y es un espacio agradable. En resumen, una experiencia correcta, pero con algunas cosas a mejorar para estar a la altura del precio.

Fuimos a cenar por mi cumpleaños y la atención fue excelente. Gracias Nacho por las sugerencias! Súper recomendable

Nos ha encantado el trato, la comida, y el ambiente, la paella de entraña jugosa, las croquetas cremosa, y el personal atento.

Hacia semanas que habíamos reservado, pero nos pusieron en la terraza con 6 estufas exteriores en Diciembre ( una se acabó la bombona y no se dignaron a cambiarla ) El local cuando entre al servicio lo pude ver, tanto la sala como la barra y los servicios muy chula. Los segundos aunque ya los habíamos dicho con antelación no pudimos elegir el punto de cocción.

Calidad precio muy correcta repetiremos

Hemos ido a comer un grupo de 13 personas para celebrar la comida de navidad de la empresa y llamamos para confirmar la reserva varias veces que teniamos un reservado. Al llegar nos recibe una chica diciendo que no teniamos disponible el reservado y que nos ponian la mesa a fuera (mes de diciembre), nosotros amablemente le dijimos que si podia ser dentro tal y como habiamos reservado, pero la chica con malas caras nos dice que esta todo lleno… al final salio un chico (creo recordar que se llamaba Sergio) y no montó la mesa en el reservado como pedimos. A la hora de pedir la chica fue bastante prepotente y desagradable con caras de asco y nos sentimos todos un poco desubicados ya que no entendiamos ese trato a que era debido. Le pedimos amablemente que nos recogiera un plato que sobraba y nos contesto de manera seca que si sobra se quedaba ahi. Tambien le preguntamos que menú teniamos y nos dijo que sino lo sabiamos nosotros ella menos…a la hora de traer la cubitera con el vino casi rebienta la mesa al dejarlo de mala leche.. en fin como empezaba la cosa con mal pie nos decidimos a ir a hablar con Sergio el cual nos acabo de servir durante la estancia en el restaurante y fue muy amable, como tiene que ser. La comida muy buena, hicimos picoteo (jamon, queso provolone, calamares, mejillones) y luego un segundo. Estaba todo buenisimo y bastante blen de tiempo. De Postres la tarta de queso es casera y estaba increible! Para finalizar nos trajeron unas copas de cava de cortesia, las cuales agradecemos mucho despues del mal trago del principio.