Restaurante Peña Flamenca en Llerena

Trato exquisito, comida excepcional. Lo mejor de Llerena sin lugar a dudas, para comer.

Fuimos en pareja, un domingo de enero a las 16h. En aquel momento, el restaurante sólo estaba ocupado por otra mesa, con una pareja y un niño, que claramente son visitantes habituales. El lugar nos pareció encantador. Nos atendió (y muy bien) Chiqui, quien luego descubrimos que era el dueño. Además de ser una gran anfitriona, Chiqui nos brindó buenas conversaciones, buenas historias sobre el lugar y la ciudad y nos hizo sentir muy bienvenidos, haciendo la experiencia mucho más especial y única. Nos aconsejó pedir medias raciones, para poder probar más variedades, y así lo hicimos. Para recibirnos, Chiqui nos sirvió dos lonchas de jamón y dos lonchas de queso, además de altramuces y aceitunas. Para el almuerzo pedimos: - Ensalada de anchoas y queso fresco (súper bien condimentada), - Setas Calderetas (Chiqui nos la recomendó como plato típico de la región. Estaba riquísima, hecha a base de shitake y una especie de hongo llamado cardo que no conocíamos y que se cultiva en la región). - Piruletas de langostino (esta es la que menos recomendamos porque no tiene nada especial). - embutidos al vino (otro plato típico de la región. Los embutidos caseros, riquísimos, al igual que las patatas fritas. súper ricas.) Bebimos el vino joven de la casa, pedimos dos postres y dos cafés. Nuestra factura fue de 57 euros, muy bien gastada. Nos encantó el lugar, el ambiente, la comida y el servicio. Gracias Chiqui por la gran experiencia.

Trato inmejorable, sitio acogedor,tranquilo y de comer de10 o de 12.Inmejorable el servicio la atención y la profesionalidad pocos sitios como la peña flamenca insuperables

La comida exquisita, el local fantástico, el dueño un encanto y Llerena espectacular.

Buen servicio, Buena comida, Buen ambiente, ¡Seguro que vuelvo!

Bonito comedor, con decoración apropiada para una peña flamenca. Platos caseros, elaborados y con un servicio del agradable dueño. Muy buen lugar para disfrutar de una cena.