Restaurante Panpintao en Pinto

Recomendable en todos los sentidos, servicio,cocina,espacio de 10. No voy a cambiar la valoración... es más esperado quince días para no poner lo que realmente pienso, es de una falta de profesionalidad tota, 23:15 nadie en el salón sólo yo y mi familia, sacan los segundos, una carne cruda y fría, pedimos que la calienten y nos dicen que la cocina está cerrada ya, una pena el mal sabor de boca que se nos quedó, porque la cena estaba siendo muy agradable, algún detalle más en el servicio muy feo.

Decepción con la atención, solo éramos dos mesas y teníamos que estar nosotras llamando. Hacía frío y nos contestaron que no había calefacción si el hotel no la ponía y no podían hacer nada, esa fue la primera, la segunda fue al querer pedir un plato más la camarera nos comunica que han cerrado la cocina.... no estando pendientes de preguntar si queríamos algo más antes de cerrar Es una pena .... encontrarte una atención así en un sitio que decaer la comida es de 10. Espero tomen medidas para que esto no pase.

Hice una reserva para la cena de Navidad el menú increíble y la cantidad. Romi me ayudó como siempre es muy amable y una gran profesional. Uno de mis sitios favoritos

Mi experiencia en este sitio siempre es genial la comida y el servicio. Destaco a Romi siempre tan amable conmigo y lo hace especial

Fuimos a probar la cocina, y pedimos un menú ejecutivo. La comida nos decepcionó por la falta de esmero en su cocinado. El primer plato era simplemente un tomate con ventresca, sin ningún detalle que lo diferenciara, ni lo hiciera especial. Los segundos y postres muy mediocres. El arroz con presa ibérica no tenía la más mínima sustancia, la carne parecía un fiambre, y ni siquiera resultaba apetecible a la vista. Una supuesta merluza en salsa verde no era tal preparación, ni tenía la consistencia ni el sabor esperado. Ninguno de los postres pasaba del aprobado raspado. El servicio fue bastante correcto, y el personal ponía buena voluntad, pero poco más se podía hacer. La verdad, si nos hubiera gustado, nos hubiéramos planteado probar el menú degustación en otra ocasión, pero dudo que volvamos. El local tiene una decoración bastante neutra. No es fácilmente accesible, hay que subir escaleras y no es fácil aparcar en los alrededores.

Acogedor restaurante con una atención y comida muy buena

Menú escaso pero bien elaborado. Han tardado mucho en servir los platos. En el maridaje del menú degustación las botellas venían ya por la mitad y se notaba al paladar que llevaban abiertas tiempo, los vinos muy justos.

La comida está muy rica, el sitio es muy tranquilo, pero hay muy poco personal y tardan mucho entre plato y plato. Mi sobrino tuvo que pedirle 3 veces pan a la camarera para que se lo trajera.

Fuimos a celebrar el aniversario de mis padres, y esperábamos mucho más, otra cosa. Me habían hablado bien del sitio, pero nuestra experiencia no fue buena. Vamos por partes: - Accedemos y después de 10’ esperando le tengo que decir a las dos camareras que había para todo el restaurante que si podemos beber algo mientras esperamos al resto. - A las 15h empezamos a pedir y salimos a las 18h de la lentitud y la poca capacitación. - Una camarera encima con malas caras, estaba muy infeliz, todos tenemos problemas, pero hay que ser más profesional. Yo voy a disfrutar con mis padres de 86 y 84 años y mi padre recién operado. - La comida: las alcachofas las he probado mejores, la croqueta muy buena, el pulpo no nos gustó, las gambas no cumplían la balanza calidad/precio (ración 28€ creo). Los segundos entrecott normal, solomillo normal, cochinillo bien, steak tartar de pasaron con la sal, rodaballo ración demasiado pequeña, carrillera de jabalí buena y la presa muy justita en calidad/sabir. Los postres buenos. Si el servicio hubiera sido otro no me hubiera quedado ese mal sabor de boca. Mi hijo le pidió pan 3-4 veces a la camarera con toda la educación, y no le trajo pan a un niño en 30’. Como he dicho antes, si voy a un menú de fin de semana de 15€ tampoco espero esto, pero en un restaurante que salimos a 65€ por cubierto no os podéis permitir el lujo de no dar un trato de 10 al cliente. Espero que os sirva para mejorar y poner más atención.

Pedimos el menudo degustación de 5 pases, por lo que nos contaron van cambiando los platos, no sabíamos lo que íbamos a comer. Y no decepciona, platos muy muy ricos, sabores clásicos pero con elaboraciones y mezclas actuales, cantidad perfecta y con maridaje de vinos españoles. Sitio agradable y buen trato, sin duda calidad precio de lo mejor que me encontrado en los últimos tiempos. Merece la pena destacar su rissotto de gambas y el solomillo ibérico con berenjena glaseada.