RESTAURANTE NOSTRE CHILLOUT en Alfafar

Eché en falta algún plato suave. Probablemente hayan, pero todavía no he podido probar toda la carta.

Un local vivo, con un menú variado y de calidad, y asequible. La plantilla, encantadora

Espectacular la calidad de la comida

Servicio, profesionalidad excelente, les invito a que vayan y lo vean por ustedes!!

Buena comida, muy bien atendido y precio asequible.Volveremos.

La paella SABROSISIMA, la tomé d primero y me la pedí d segundo,, lastima que no estaba en la carta de postres, que por cierto la tarts de canela y el muss de limón.. maridan muy bien.. EN CUESTION MUY BUENA MANO EN ESA COCINA 🙌🏼🙌🏼🙌🏼🙌🏼🙌🏼😚y en el servicio 🤘🏼🤘🏼🤘🏼🤘🏼🤘🏼🤘🏼😗

La comida muy buena,un pero porque para mí gusto abusan de las mermeladas,pero hay platos ricos.

Local familiar, con buena atención y agradable, de la comida decir que probé el plato de cayos y tenían un sabor casero y rico, La verdad que por el precio que tiene está súper recomendable . 7'50€ con olivas , cacaos , ración de pan y platos de cayos y cremaet con su grano de café y canela

Hacia mucho tiempo q queríamos volver. Lo conocimos en pandemia, nos prepararon la cena para llevar en varias ocasiones. Hemos cenado allí el local es muy bonito, la camarera un lujo el servicio bastante rápido y la comida no defrauda, y de precioes muy asequible para los platos tan elaborados q hacen. volveremos en breve!! Lo único los chipirones q pedimos están tiernos y buenos pero la salsa estaba un poco salada y los tacos de jamón demasiado duros. Y del postre q probamos la tarta de pantera rosa la base echa de galleta estaba muy dura un poco difícil de comer pero la parte de arriba el mousse de chocolate blanco con las virutas de fresa muy bueno ,

Llegamos sin reserva y, con una sonrisa, nos dijeron “Sin problema, aún así, os daré de comer”! Creo que es el inicio perfecto para describir la exquisita atención, el atractivo de la carta y las expectativas cumplidas de la misma, desde lo tradicional hasta apuestas con ingredientes y combinaciones de calidad. Cazuela de huevos trufados con jamón y patatas; greco-calamar rebozados con harina a troquelones y una salsa de ali-oli con ajo negro para acompañar; pechugas rebozadas en harina de sesamo y un chuletón de vaca gallega, todo acompañado con patatas con salsa verde, pero la de verdad, suave e intensa a partes iguales. Nos quedamos con ganas de probar unas torrijas caseras que, si cumplían con lo prometido como el resto de la comida, estarían para el recuerdo. Por último, una manzanilla y un cremaet, que he de decir que también estaba bueno y cumplía con todos los estándares: canela, limón y grano. Cómo en aquellas series que tanto nos encanta comer pantalla: volveremos.