Restaurante Merindad de Olite " Enoteca-Winebar" en Erriberri

Un establecimiento expectacular para hacer catas de vinos. Los cuidan muy bien. El personal , tanto la chica de la barra como el camarero, són unos cracs, profesionales, però simpàticos y cercanos. Nos enseñaron la bodega que tiene el restaurant y nos aconsejaron con los vinos.

Muy buena opción, excelentes opciones de vino, camarera amable y camarero. Nos gustaron especialmente los huevos con txistorra. El vino recomendado por la camarera de Navarra para una copa fue excelente.

Muy buen restaurante. Buen genero tratado con delicadeza y el servicio muy amable y educado.

Definitivamente anticuado pero limpio y con un buen desayuno.

No nos alojamos. Fuimos simplemente a comer. Los platos deliciosos. Un menú muy completo y amplio. Quizás hasta demasiado ya que al llegar al postre costaba comérselo entero. Decoración medieval. Camareros muy atentos y la comida casera y muy bien elaborada.

Hemos estado un par de días en Olite y dos noches en el hotel. Las habitaciones están bien. La que nos tocó, no era muy grande, pero el colchón era muy cómodo y tenía unas vistas espectaculares. La habitación tiene encanto y te hace viajar en el tiempo. El personal de la recepción, tanto padre como hijo, son muy educados y atentos. La ubicación del hotel es ideal, bastante céntrica pero suficiente, lo que seguro que cuando hay mucha gente se agradece, porque no se deben oír ruidos de gente en la calle. Además queda cerca de un aparcamiento público. Desde la habitación veíamos el coche. Lo mejor es el restaurante. Los platos del menú y las tapas se nota que los hacen al momento, todo es bueno y tienen una carta con buenos vinos a precios asequibles. El espacio tanto de las tapas como del restaurante es muy agradable. Visite la bodega si va al comedor. Por lo general, la calidad-precio del hotel y el restaurante son muy competentes. ¡Muy recomendable!

Un gran hotel para una estancia agradable.

Excelente opción para alojarse en Olite

Hotel muy bien situado en el centro de la ciudad. Personal amable y habitación limpia. Buen desayuno. Por otro lado, habitación muy pequeña con muebles y equipamiento pintorescos....

El pueblo estaba en fiestas y ofrecían un menú de fiestas. En ese menú, venían varios entrantes y te los traían todos. Luego podías elegir un plato principal. Nosotros tomamos la ventresca y el meloso de carrilleras. Nos gustaron. De postre: la torrija y la copa de queso. Ricos los dos. A quienes les gusta la cantidad, los platos eran abundantes. Bebimos algunas copas de vino, agua y café. Nos atendieron muy bien. Tienen una exposición de vinos. Local no accesible para personas con movilidad reducida. Baños limpios. Las sillas no tienen reposabrazos. Pagamos unos 90 euros.