Hay escuchado hablar bien de este sitio, pero particularmente me decepcionó.
Bar tipo abacería, con no excesiva variedad de tapas , pero suficiente para tomarse una cerveza o una copa de vino de acompañamiento.
Comida:
- Pita de pulled pork con queso de tetilla: un montadito que sin ser excesivamente original, si estaba bastante bueno. El filete de lomo de toda la vida con queso, pero ese queso de tetilla es un acierto
- Brioche de sobrasada y queso azul: la idea parece buena, pero la sobrasada apaga el sabor del queso azul casi por completo. A eso se le suma que el pan estaba algo seco y tieso, al contrario de lo que se espera de un brioche
- Foie con pan de arándanos: decepcionante. No está malo, pero no deja de ser la tosta de supermercado bastante tiesa y una rodaja de paté también de supermercado, a un precio que no merece
Servicio:
Una camarera y una persona en barra. La camarera se supone que sirve tanto dentro cono fuera, o eso comentó el compañero de barra, pero tras esperar 15 minutos a que se dignase a entrar, nos sirvió la persona de barra, que tiene que estar a eso y a pasar los platos a la compañera, lo que resulta muy ineficiente y lento para el cliente.
Ambiente:
Tiene varias mesas en exterior y algunas en interior. EL problema del exterior es que están en una de las calles más transitadas y con circulación del barrio, por lo que es bastante ruidoso. El interior es espartano con paredes desconchadas que entiendo que no son parte de la decoración. Esto sumado a que la puerta del baño de hombres está como descolgada y no cierra, la luz está temporizada parece que cada 10 insuficientes segundos y no hay ni secador de aire ni papel para secarse las manos tras lavárselas
En resumen, una decepción. Peso a lo bien que me habían hablado, o fue un mal día o simplemente es más fama que realidad