Restaurante Mar de Ardora en Cabana de Bergantiños

Fuimos al restaurante Mar de Ardora con familia y amigos, incluidos varios niños y la experiencia fue fantástica. Desde que llegamos la atención fue súper cercana; les importa que te sientas como en casa. La comida es espectacular. Todo súper fresco, se nota la calidad de los productos, especialmente los pescados y mariscos. Muy buena presentación y cuidado del detalle. Perfecta combinación de lo tradicional de la zona con toques más modernos, lo que hace la experiencia aún más especial. El lugar es muy acogedor, con unas vistas al mar que le dan un toque mágico a la comida. Si vas con niños, como nosotros, es perfecto porque hay espacio suficiente para estar tranquilos. Salimos encantados y con ganas de repetir. Sin duda, un sitio que merece la pena visitar. El entorno en días soleados es magnífico para visitar y hacer una ruta por el paseo marítimo. Recomendable.

Espectaculares vistas, acompañadas de una cocina excepcional y un servicio esmerado. Un diez sobre diez

Sitio fantástico. La comida está buenísima, las señoras que te atienden son muy agradables y el sitio es muy acogedor. Totalmente recomendable

La excelencia de los productos y la maestría en su elaboración, la profesionalidad, rapidez y amabilidad de las personas que atienden es una auténtica maravilla y si además se acompaña de unas magníficas vistas es realmente el paraíso. Para repetir y repetir. De 1️⃣0️⃣✅️ Gracias por hacernos disfrutar de verdad!

Lugar acogedor con algunas mesas con vistas al mar. La comida muy rica y rápidos en servir pues estaba lleno. Justo al entrar se ven unas escaleras que llevan a una confortable para tomar un aperitivo. El precio que pagamos por un entrante de langostinos, un buen trozo de bacalao y merluza con arroz, un postre y una botella de vino de más de 20€, y un vermut y un bitter kas. Total , menos de 100 euros , 2 personas

Expectacular , no sabria a que darle la mejor puntuación, a la comida,a las vistas o a la maravillosa atención de Marisol y su tropa.Gracias chicas por este dia tan especial

Comida fantástica, producto de proximidad y muy bien elaborado, recomiendo hacer cado a las sugerencias fuera de carta. Servicio atento y muy amable. El lugar tiene mucho encanto y una decoración bonita.

Restaurante que.nos encantó, no tiene muchas mesas y el trato es muy cercano

Estuvimos comiendo ayer viernes 19 de julio, el sitio es un espectáculo y las vistas inmejorables. Pero lo bueno es que la comida está a la altura de las vistas o más ... Pedimos un pulpo que estaba buenísimo unas volandeiras estás estaban más normales, unas exquisitas croquetas de cocido pero, lo mejor en los segundos tomamos los garbanzos con rape envuelto en bacon y el risotto de gambon y pescado ESPECTACULARES! El postre la tarta de galleta deliciosa... El trato por el personal también fue muy correcto. La relación calidad/precio fantástica. 100% RECOMENDABLE.

Estamos ante un local ubicado relativamente cerca de Ponteceso, y dividido en dos salones uno interior con ambiente rustico y otro simulando una terraza cerrada exterior con un aire mas moderno, en este último podemos disfrutar de unas vistas de escandalo. Un local en general muy bonito y bien cuidado. La atención es diligente, rápida en la ejecución y profesional. Su punto débil es la comida, se puede definir con un simple y llano "como comer en casa", ya que ningún plato de los probados, tenia complicación ninguna, podían tener salido de la cocina de cualquier comensal, que sepa cocinar, y seguramente con mas sabor. De entrante unas volandeiras, en una buena ración de cantidad para dos, pero sin sabor ninguno. De segundo un Bonito a la plancha , con tomate en dos texturas, que estaba en su punto de elaboración, pero otra vez carente de sabor sin condimentar , y con una guarnición sin el mas mínimo sentido. Y por último una suprema de pescado con Risotto, que volvía a pecar de los mismo, que todo lo anterior carecía de sabor y además la presentación era muy tosca. Que conste que no pienso que la falta de sabor del producto se deba a una mala calidad del mismo, si no solo a no estar nada condimentados. El postre un Sorbete de Gin Tonic con una gelatina , que estaba demasiado fuerte, hasta el punto de quedarse gran parte del mismo en la copa que se servía. Puede que todo esto fuera fruto de un mal día en la cocina, o eso espero. La relación calidad precio, teniendo en cuenta ubicación , raciones y producto es buena, es un restaurante asequible. La cuestión es si merece la pena, un cubierto medio con vino de 35/40€ por barato que pueda ser , no compensa comer sin sabor. No me gusta poner opiniones negativas, cuando notas que existe un esfuerzo por parte del personal (por lo menos de sala), en hacer bien las cosas. Pero en este caso no puedo obviar de ninguna manera, una comida sin el mas mínimo sabor.