Restaurante MALOCA en Cartagena

El local y el ambiente muy bueno, en una terraza muy bonita (la Palapa) a orillas del Mar Menor variedad en la carta para todos los precios, todo muy rico. La atención del personal excelente (mención especial para la camarera María).

Estoy emocionado. La comida era buena, el servicio perfecto y muy amable, la decoración es muy bonita y la ubicación y las vistas son fantásticas.

Excelente entorno, servicio fantástico y comida espectacular, como siempre.

Perfecto de ambiente, visitas al mar y un servicio excelente, además de un precio razonable. El mejor plato de cadero que puedas comer en ésta región.

Precioso lugar para ver la puesta de sol, solo fui a tomar unas copas y fueron geniales.

La cocina es creativa y el entorno es muy agradable con vistas al Mar Menor. Por otro lado, el servicio podría mejorarse... la habitación, no muy grande, hoy está vacía. Nos agrupamos en un rincón, uno al lado del otro… Pedimos croquetas de jamón y nos sirvieron croquetas de gambas… para no perderlas y mandarlas de vuelta a la cocina las guardamos sin embargo le pedimos a nuestra hija 2 croquetas de jamón. Sin disculpas ni agradecimientos, sin gestos comerciales. Pagaremos todas las croquetas. Una evidente falta de elegancia por parte del personal del comedor.

Todo estupendo. El personal super atento y amable. La comida riquísima, aunque un pelín cara. Las sillas un poco incómodas.

Excelente aperitivo ahora mismo, 3-10-24 gracias a este maravilloso local y enclave y a la excelente, profesional, amable y simpática atención de Ana Giménez con nosotros y con nuestros peludos GRACIAS, ANA, volveremos lo antes posible, en próxima ocasión, a volver a degustar su exquisito caldero y su óptimo servicio.

Lo visitamos 2 o 3 veces cada verano. Tienen una gran terraza, frente a la playa, buenas vistas durante el dia y la noche, ambiente agradable. Hemos observado algún cambio en la carta, creo que es un poco más corta, pero lo que tienen suele estar muy bueno. Han quitado el jamón ibérico, allá ellos... Tomamos unas croquetas, de jamón y de Gamba, muy buenas, un Brioche relleno de pollo muy bueno, la tabla de quesos llevaba mermeladas como maridaje que necesitaban un soporte, unas tostadas, tejas o similar, pero los quesos estaban bien. El salmorejo estaba bueno, pero no tanto como el que hacían al principio, y la hamburguesa smash estaba buena, solo que no era smash, no estaban aplastadas (si no se aplastan bien, durante la cocción tienden a contraerse de nuevo), y el pan de Brioche debería ser opcional. La parte realmente negativa de la noche es que la aplicación de reservas permite seleccionar hora y espacio (terraza o salon), y no todas las horas están disponibles, y a veces los espacios tampoco. Reservé una hora y un espacio, recibo un correo de confirmación de reserva en el lugar elegido y luego me colocan en otro, ¿como es posible que la web te muestre horas y espacios como disponibles que luego no lo están? No es que tú muestres tus preferencias es que la web te muestra lo disponible y lo no disponible. Está claro que se reservan el derecho de colocar a clientes donde quieran por preferencia a ciertos clientes o para maximizar el número de comensales. Me molesta que me tomen el pelo, será que tengo poco ya. La atención de los camareros, por lo demás, fue muy correcta. Terminamos tomando una copa en la terraza destinada a cocteleria. Tampoco entiendo que con ese lugar privilegiado que tienen, esa enorme terraza para el tardeo, solo tengan 2 marcas de tónica. Sólo pedí fever tree, no era tan rara. El camarero, muy amable. Es una pena que en esa maravillosa terraza, con salida directa a la arena de la playa, te estés ahumando con los olores de la cocina del local, salimos impregnados olor a cocina. Tendrían que subir la chimenea  o algo así.

Comienzas por un parking en donde se vive un caos absoluto, si superas esta primera prueba accedes al restaurante. Muchas mesas, mucha gente, mucho ruido, todos y todas muy monos pero ruido y gente de más. Comida correcta en general, buenos productos pero nada que destacar excepto una estupenda tarta de queso.