Fantástico y fantástico,
Un lugar agradable, gente familiar, clientes asiduos....porqué??
Por eso, el trato, el almuerzo, la comida, la cena, el ambiente en general, que más decirte.
Iñaki Larumbe
.
23 Octubre 2024
10,0
Ubicado en pleno centro de Pamplona, justo detrás de la plaza de Merindades, en la calle Paulino Caballero, el restaurante Maira se erige como un auténtico oasis gastronómico. Aunque su localización es céntrica, al cruzar sus puertas te transportas a un ambiente acogedor y rural, como si estuvieras en cualquier pueblo navarro. La calidez del personal y su menú fin de semana sincero y de producto te hacen trasladarte a cualquier localidad del norte o del sur de Navarra.
En concreto, el menú de fin de semana en Maira, por 33,90€, es una auténtica alternativa a los precios del Casco Viejo. Incluye cuatro entrantes, un segundo a elegir entre 11 opciones y un postre de una selección de 9 alternativas, además de bebida a elegir entre vino, caña, refresco o sidra, lo que conforma una opción con un precio es sumamente competitivo para su calidad y ubicación.
Nuestra comida comenzó con una selección de entrantes sencilla y agradable, lo que hace disfrutar al paladar desde el primer bocado. Nos recibieron con txistorra sobre una rodaja de pan y tostadas de jamón ibérico con pan tumaca, ambas opciones que nunca fallan. Después marchó una ensalada templada de gulas y gambas, seguida de un risotto de hongos y foie que nos terminó por satisfacer con los entrantes.
Además, el atento servicio del restaurante se aseguró de que cada comensal estuviera satisfecho, ofreciendo una ración completa de fritos a un miembro del grupo que no era fan del risotto, un detalle que habla de su excelente personal y del compromiso de Maira con la satisfacción de sus clientes.
La elección del plato principal fue difícil debido a la tentadora variedad de opciones, con 11 segundos para elegir, algunos de ellos con suplemento. En nuestro caso optamos por las carrilleras de cerdo en salsa, un entrecot a la parrilla y una lubina estilo Orio.
Las carrilleras estaban tiernas y sabrosas, y el entrecot destacó por la calidad de la carne, algo que no siempre se encuentra en un menú cerrado. Otro plato que impresionó fue la lubina al horno estilo Orio, fresca y perfectamente cocinada. Otras opciones igualmente atractivas incluían calamares en su tinta, ajoarriero, cordero y costillas de cordero a la parrilla.
Para cerrar con un buen sabor de boca, terminamos con unos postres que, al menos en el restaurante Maira, no decepcionan. La tarta de queso es suave y deliciosa, y la copa de queso con mango y maracuyá es refrescante y perfecta para limpiar el paladar. Además, probamos el Samingoxo, un postre típico de Lesaka que combina yogur, limón y leche condensada, ofreciendo una combinación de sabores que redondea perfectamente la comida.
En conclusión, Maira no nos gustó solo por su excelente cocina y relación calidad/precio, sino también por su ambiente y servicio. El restaurante, a través de un menú con una variedad de platos que satisfacen a todos los paladares, logra transportar a sus comensales a la esencia de un restaurante de pueblo pero en el corazón de Pamplona.
Pamplona Gastronómica
.
24 Mayo 2024
10,0