Restaurante Llagar Valleoscuru en Llanes

La atención de 10, soy celiaca y toda la carta apta excepto las croquetas, tienen pan, y avisando te hacen bizcocho de manzana para desayunar. Rosalía y Alberto unos profesionales, muy atentos , nos aconsejaron donde ir con los niños, son súper atentos

No hay palabras, simplemente hay que ir.

Mi pareja y yo estuvimos el pasado Jueves 27 de Febrero y solo tenemos palabras de agradecimiento para Rosalina y Alberto. En nuestro itinerario de viaje solo teníamos previsto visitar la zona de Cantabria pero motivados por los buenos comentarios encontrados sobre este lugar, decidimos pasar una noche en la zona de Asturias y hospedarnos en este hotel que se encuentra próximo a Cantabria. Hospedarse en Valleoscuru es estar en casa, es un hotel con un encanto especial y unas vistas maravillosas. Las cenas caseras que prepara Rosalina son espectaculares, puro manjar, al igual que los desayunos abundantes que sirve Alberto con fruta, bizcochos caseros, mermeladas, yogur natural.. un lujo. Las habitaciones llevan nombres de seres de la mitología Asturiana, a nosotros nos tocó la habitación del “Duberu” De verdad que si elegís hospedaros en este lugar saldréis maravillados. Por nuestra parte, si tenemos la oportunidad de volver por Asturias, el Valleoscuru será una parada obligatoria.

Un lugar incomparable, de descanso y tranquilidad. Viaje en familia para visitar toda la zona, su ubicación para nosotros ha sido perfecta por su desconexion y a su vez por cercanía al acceso a la autovía. La estancia inmejorable, limpieza, comodidades, atención... ¡¡¡sus propietarios super agradables y atentos como si fueran de nuestra familia!!!! Una maravilla para descubrir la belleza de Asturias y Cantabria

Un Hotel tranquilo y acogedor con unas vistas espectaculares. Dirigido por un matrimonio encantador, amable y dispuestos a ayudar. Está bien ubicado. Y quiero destacar el desayuno natural y rico, de esta grata experiencia.

Un hotel encantador! La ubicación es preciosa, los espacios súper cálidos y el desayuno exquisito. Volveremos :)

Un lugar precioso ,los dueños Rosalina y Alberto son muy cercanos y encantadores , están pendientes en todo momento por si necesitas algo ,la habitación muy bonita y las vistas increíbles se respira una paz El desayuno muy rico ,todo increíble da gusto ir a sitios así.

Hotel rural con mucho encanto,Rosalina y Alberto super amables y muy atentos,la cena de San Valentín una maravilla,el desayuno una pasada con productos caseros, vamos para quedarse a vivir allí.

Casa chulísima, rústica,el trato de los dueños espectacular, parece que estás en tu casa,atentos,con una comida casera y exquisita,sin duda para repetir.

La estancia fue fantástica. Un ambiente muy familiar. Los propietarios son muy amables y acogedores, como el hotel. Desayuno muy sabroso con productos locales. La cena también estuvo muy buena, comida muy casera. D. Rosalina nos dio excelentes consejos sobre lugares cercanos para visitar. Definitivamente regresaremos.