Restaurante L'Anap Tapes en Tarragona

Un descubrimiento muy agradable para las celebraciones de Año Nuevo pasadas en Tarragona. Restaurante (abierto todo el año) frente al puerto y que ofrece tapas sublimes: gambas al ajillo, patatas bravas para morirse, navajas, pulpo a la gallego...y todo tipo de excelentes paellas y arroz. Y de postre, don' ¡No te pierdas las tostadas francesas de Mami! Añade a eso un servicio perfecto, cocina "completamente casera" y un jefe que habla francés. ¡Regresamos dos veces!

Paseando por la zona de la playa de Tarragona, encontramos este restaurante con un ambiente abierto y la posibilidad de sentarse tanto dentro como fuera. Al ser fin de semana, entiendo que el servicio pueda ser un poco caótico, pero en varias ocasiones sentimos que nos dejaron un poco “de lado”. Aun así, los camareros fueron siempre muy amables y se esforzaron por explicar los retrasos, ya que eran pocos para atender a tanta gente. En general, la comida estaba muy buena, pero el menú era lo que más merecía la pena en cuanto a relación calidad-precio. Las entradas y platos principales resultaban más caros, dando la sensación de que pagabas más por la ubicación que por la calidad. Destacamos el fideuá como el mejor plato: estaba delicioso y con una ración generosa para dos personas.

Comentario: “Quiero expresar mi descontento con la experiencia que tuve en su restaurante recientemente. Aunque el lugar es agradable, el servicio dejó mucho que desear. La atención fue lenta y poco amable, y los tiempos de espera para recibir los platos fueron excesivos. Entiendo que pueden surgir contratiempos, pero creo que es importante mejorar la organización y el trato al cliente. Espero que puedan tomar esto en cuenta para futuras ocasiones, ya que el potencial del local es bueno

Fuimos de menú. Chipirones a la andaluza y arroz negro bastante correctos. De lo que no puedo hablar bien es de la atención de la dueña del restaurante. Dos episodios como ejemplo: 1. Solicitamos mesa y nos acompaña al interior. Cuando nos da la mesa cambiamos de opinión y le pedimos mesa fuera porque nos parecía que íbamos a estar mejor. Su respuesta: "podríais habérmelo dicho desde el primer momento y nos ahorrabamos este tiempo de llevaros a la mesa interior". Por la distancia entre la mesa interior y la exterior calculo que la señora perdió sobre 20 segundos. 2. Vimos el cartel de menú y no miramos la carta aunque nos la trajeron a la mesa. Decidimos menú. La sorpresa viene cuando vemos que los chipirones tienen 3 € de recargo. Pago pero quise explicarle a la dueña que el letrero de menu que tenian estaba mal anotado porque no avisaba del recargo. Su respuesta: " por eso dejamos la carta donde aparecen todos los platos y el menú para que lo comprueben". Y dicho esto se aleja a lo suyo sin esperar la replica, orgullosa de su respuesta. Tal vez soy el único que decide comer el menú que viene anunciado en el letrero exterior sin comprobar en la carta que los recargos coinciden. Por la antipatía de la dueña no recomendaría el lugar, por la comida puedo decir que todo estuvo entre correcto y bueno.

Para ser sincera a excepción de las navajas que estaban frías y crudas , el resto de la comida realmente estaba deliciosa, tienen un chico colombiano realmente muy amable y el resto del personal muy atento a excepción de la chica que está a cargo, lo que los camareros nos decían que no era un problema al parecer para ella si era problemático , me pareció exagerado pagar 14 euros por croquetas, de muy mal gusto que la única forma en la que te dan el agua es comprándola en botella pero lo realmente escandaloso es que te cobren por las olivas… el primer y único lugar de España donde cobran aceitunas… espero este año 2025 sea un buen año para la dueña así cambia un poco de actitud

Desde el momento en que entre por la puerta, todo bien. La atención del personal es impecable: amable, profesional y siempre atentos a cada detalle para asegurarse de que la experiencia sea perfecta. La comida es, sin duda, el punto fuerte. Cada plato bien preparado con ingredientes frescos y de alta calidad. Los sabores son auténticos y bien equilibrados. El menú ofrece una gran variedad de opciones, adaptándose a todos los gustos y necesidades. En resumen, su servicio de primera y un ambiente que invita a quedarse. Sin duda, es un restaurante al que volveré una y otra vez. ¡Altamente recomendado!

Tienen menú de fin de semana que no incluye bebida. Los arroces son buenos. Del postre no aconsejo la torrija. El plato de fruta está bien. El servicio muy lento.

Ha sido una grata sorpresa. Buen trato y buena comida

Estuve comiendo con mi pareja un martes, a las 13h. El servicio fue muy bueno, rápido y atento. La comida estuvo bien. De primero, mejillones a la plancha (abundante y buenos, pero faltaba el detalle del limón) y croquetas (aceptables). De segundo, dos platos de pescado, bacalao y dorada, que estaban buenos. Los postres, torrija, muy buena, y panacotta, que no la recomiendo.

Comí allí en familia en domingo tardaron una eternidad en venir primero a pedir y después entre plato y plato más de media hora e incluso para cobrar. La paella no obstante está bien y el entrecot también. También deberían hacer alguna cosa para ayentar las moscas.