Restaurante LaCave en Toledo

Local ubicado en una callejuela muy cerquita de Plaza Zocodover y Alcazaba. Dispone de una zona de taberna en la planta calle con opciones de mesas altas y bajas y un comedor de restaurante en la planta inferior que es una cueva con techos abovedados y apreciable desde la planta superior por zonas transparentes. Lo que lo convierten en un lugar precioso y con mucho encanto desde que cruzas la puerta. Pudimos comer en el interior con una perrita que iba en transpostín. El servicio no se queda atrás. Personal impecable, muy amables y atentos desde que entras, dando muy buenas recomendaciones si te sientes indeciso al pedir (porque todo tiene una pinta exquisita), la atención durante la comida o los tiempos de cocina fueron excelentes. Disponen de opciones para desayunar/brunch o una carta para la zona de taberna y otra para la de restaurante. En nuestro caso, comimos en la zona de taberna pudiendo elegir entre una selección de tapas, hamburguesas, ensaladas, pescados y carnes. Como opciones a compartir pedimos tres tapas: “gofre a la mar” (calamar frito sobre gofre de patata en su tinta, 3º puesto en concurso de tapas en 2022), “nido de codorniz” (pechuga de codorniz escabechada y deshuesada con pasta kataifi y huevo frito, 1º premio jornada de la tapa en 2016) y canelón de ciervo gratinado con salsa de Oporto. Todas ellas sensacionales, una presentación muy cuidada y un sabor intenso y sorprendente. Como principales, también a compartir, elegimos hamburguesa de venado con crujiente de doritos, chuletillas de cabrito al carbón con patatas y una ensalada mediterránea con mozzarella, queso fetal y jamón ibérico. Vinimos explícitamente para probar la hamburguesa ya que nos dijeron que era algo digno de probar y no se equivocaron, la mordida de la carne era SENSACIONAL, las chuletas tenían mucho sabor y la ensalada equilibrada muy fresca con un tomate que sabía a tomate. Como guinda del pastel pedimos tarta de cuatro quesos (una textura suave y cremosa en la que encuentras el sabor a queso), mil hojas de crema de mazapán (no podíamos irnos de la ciudad del mazapán sin probar algo así) y cafetera de tiramisú (la sirven en mesa y es muy divertida de comer) Personalmente, recomendaría comer aquí a cualquiera que visite la ciudad, porque es un sitio necesario e indispensable. La experiencia desde que entras por la puerta es maravillosa, el trato del personal de 10, la comida de un nivel superior… ¿Qué más se puede pedir? La relación calidad/precio es perfecta.

Taberna y restaurante con cuevas. Cenamos un par de tapas y hamburguesas. La camarera muy amable

Lugar excelente para comer. Encantador y si te atiende Sandra es espectacular la amabilidad y el servicio

Me ha encantado, muy bonito y acogedor. La comida deliciosa, en especial los filetitos de venado y la perdiz. Trato esquisto, en concreto la persona que nos atendió en mesa, Sandra, muy amable y atenta. Repetiremos seguro cuando volvamos a Toledo.

Un lugar maravilloso, totalmente recomendable. La cocina buenísima y la atención de Sandra aún más. Volveremos seguro

Servicio y producto más que correcto, relación calidad precio muy buena. Mención especial a la camarera que nos atendió. Un 10

Excelente restaurante en el centro de Toledo. Local encantador con una decoración muy auténtica. Cena de grupo con tapas variadas que eran buenísimas. Hemos pagado 25€/ persona comiendo mucho. Trato exquisito del camarero Gonzalo que nos ha servido toda la cena con profesionalidad y alegría, aconsejándonos y haciéndonos sentir como en casa.

Un lugar con mucho encanto en pleno Toledo Un restaurante de ensueño, con rinconcitos llenos de encanto, una atención de diez y una comida espectacular. Sin duda, lo que más recomendamos es el canelón de ciervo, una auténtica delicia que merece la pena probar. La relación calidad-precio es excelente: selección de tapas “La Cave”, 2 canelones de ciervo, dos cervezas y dos cafés, todo por 45 € para dos personas. El local es precioso, con ese aire de cueva toledana que te hace sentir en un lugar especial desde que entras. La atención del personal fue impecable, muy amables y atentos en todo momento. Está ubicado en el casco histórico de Toledo, por lo que es mejor dejar el coche en un aparcamiento cercano o en uno de los parkings públicos y dar un paseo hasta allí. Si vas andando desde la Plaza de Zocodover, se llega fácilmente en pocos minutos. Un sitio con mucho encanto y una comida que sorprende. Sin duda, volveremos pronto. Si te ha gustado mi reseña no olvides dejar un like. Gracias 🙏🏻

Este fue uno de los restos de nido que visitamos en Toledo que queríamos darle un giro a la comida típica y este lugar voló nuestras expectativas. Los huevos de codorniz anidan y el tataki de ternera fue el mejor. Sin mencionar la hamburguesa ternera Nuestro servidor era muy amable y tenía una gran recomendación sin duda volveremos!

Restaurante céntrico donde comimos fenomenal: tataki de atún, chuletón, chuletas de cabrito y tarta de 4 quesos. Todo muy rico y sabroso. Destacamos también la amabilidad de los camareros.