Restaurante La Rebotica en Cariñena

Recomendable dejarse aconsejar con la comida y el vino. Descubre los vinos y el cava de D.O. Cariñena. Lugar agradable y atención perfecta. De entrantes pedimos medias raciones de flan de fua, la ensalada de longaniza, la borraja con setas. Platos principales bacalao y albóndigas. Postre crespillos y sorbete. La borraja, flan, albóndigas y sorbete espectaculares. Optamos por vino por copas para tomar una garnacha blanca (Las Margas) y una tinta (Particular). El restaurante tiene una pequeña tienda con vinos de la zona.

Gran restaurante y servicio increíble! El mejor restaurante que visitamos durante nuestro viaje a España, si estás por la región de Zaragoza, tómate un tiempo para visitarlo. Clara y el resto del personal son fantásticos y responderán a todas tus preguntas en muy poco tiempo. El menú gourmet es único y está bien diseñado para que mis hijos, toda la familia y yo disfrutemos muchísimo. Además de todo, Clara me ayudó a conseguir un ramo de flores para mi esposa para celebrar nuestro décimo aniversario de bodas. Consulte su sitio web para obtener toda la información antes de su visita. ¡Me encanta! ¡Me encanta! ¡Me encanta!

Una pequeña casa en el centro de la ciudad esconde un tesoro. La hospitalaria anfitriona nos recibió como a unos invitados tan esperados. Mi marido prefirió el menú del día. Ensaladilla rusa con atún, cordero frito con patatas. Porciones generosas y muy sabrosas. Elegí el plato a la carta, rabos de toro en salsa de vino tinto. La carne más suave y de delicioso sabor. De postre, flan de limón y soufflé de café. El soufflé de café se sirve con una capa de nata. Sírvelo con crema; sabe a café con leche, igual que un soufflé o cortado. Pensamos que haríamos un alto en el camino, pero resultó que habíamos encontrado un lugar al que definitivamente regresaríamos.

Hemos estado mi hija biológica, mi hija perruna y yo. Ha sido genial. Gracias por vuestra amabilidad. Nos ha encantado el trato y sobretodo el trato a Milka. Espectacular. Me he sentido muy bien. Además se come muy bien. Repetiremos seguro.

Productos frescos y de calidad mediterráneo, unido a una alta calidad y servicio muy amable te lleva a un restaurante a la altura Michelin, todo un espectáculo y explicación de sabores que no podrás dejar de repetir, felicidades!!

Tuvimos la oportunidad de comer en La Rebotica el sabado 25/01/2025. Clara y su equipo nos trato de manera excelente. Y nos aconsejo en cuanto a cantidades y recomendaciones. Ibamos con dos peques y no hubo ningún reparo en prepararnos unos "menus infantiles" fuera de carta que se comieron de maravilla. Nosotros tomamos varios entrantes para compartir y un principal cada uno. Todo estaba espectacularmente bueno. Mi recomendación; las manitas de cerdo. Aunque como digo, esta todo buenísimo. Cualquier elección sera acertada seguro. Cuentan con varias pequeñas estancias donde puedes comer con total intimidad, te hace sentir que estas en tu propia casa. En cuanto al precio, salimos a una media de 40€ por adulto, pero como digo, sin privarnos de nada y con dos menus infantiles. Precio muy muy razonable para la calidad que ofrecen.

Espectacular comida. Producto tradicional tratado de una manera excepcional. Un regalo para los sentidos

Impresionante. Los azares del camino y la recomendación del Maps nos llevaron a ello. Estuve a punto de no tocar, porque decía que encerraban a las 15:15 y, no, la mujer tenía razón: era la cocina la que cerraban. Sólo en la entrada las placas de Michelin, que se entienden perfectamente, eran presagio de buena comida. Ahora ya sabemos dónde debemos parar si viajamos y es la hora de comer cerca de Zaragoza. Nos trataremos benísimo, éramos tres adultos y dos niños y nos pusieron una mesa en una mesa para seis en un cuarto separado (sí, es la planta baja de una casa antigua y han aprovechado los rincones, pero la sensación era cálida y acogedora ). Nos aconsejó muy bien (pedir una media ración fue un acierto), era carta al ser el sábado. El plato de los niños (muy listos, no quisieron plato infantil): chupas de cordero y patacas fritas, era el más caro q pedimos, pero las probé y son las mejores q he comido últimamente (y las demás eran buenas y no más baratas ). Pedimos un plato de manitas de cerdo con picado de chorizo. Sorpresa al verlas: deshuesadas, tiernas, nada pesadas ni empalagosas. Una delicia. De hecho, la mujer y yo nos dedicamos a comérnoslas y mojar el pan (la ración era suficiente). Apenas probé el costillar de abajo de cordero, porque decidí dejarlo para casa y no reventar. Al cortar aquella costra crujiente y dorada. Una auténtica delicia, la grasa caramelizada se fundía... Diez años atrás lo habría comido sin pensar si reventar o no. Bueno, o pese a reventar. Al día siguiente había perdido el bocado crujiente, ay las, pero el gusto. otros corderos tiernos que he comido últimamente (deslavasados). Buenísimo. Nuestra amiga también alabó el lagarto o lagarto de cerdo, que no probé. Los 3 entrantes, media ración: flan de foie (muy bueno, entiendo que no a todos les guste el sabor fuerte del foie, lo encontré un poco demasiado suave, pero sólo es cosa mía), las borrajas sobre parmentier muy finas y l ensalada tibia con longaniza blanca me encantó. Los vinos.. Si entendéis.. Os aconsejarán bien, porque los entienden. Pedí una copa de blanco afrutado que me pareció muy bueno. Últimas: crema catalana, coulant y crespells de borraja, una pura golosía. Los 30 euros por cabeza (pensábamos que nos pegarían una clavada importante) nos parecieron un precio muy bueno, vista la buena calidad del producto y la elaboración, hecha con voluntad y cuidado. Como ya he dicho, en la próxima que suba por Zaragoza, haré para parar.

Un autentico placer haber comido en la Rebotica. El ambiente es una casa de pueblo, decorada con tal personalidad y mimo que te abraza. La comida y la bodega excelentes, sabores que te transportan a la auténtica comida casera de la abuela de cuando éramos niños. Y lo mejor de todo la amabilidad, la sonrisa y la maravillosa disposición de todos los que allí trabajan y en especial de la dueña, acogedora y atenta, que te hace sentir como si estuvieras en tu casa.

Excelente comida y trato exquisito