Restaurante La Proa en Fuenlabrada

Excelente servicio y calidad

Tiene una terraza preciosa, en verano me encanta, buena comida y trato ideal

Comida de empresa algo escasa pero el arroz muy bueno

Pedimos el menú de fin de semana que consta de tres primeros (los que ellos deciden, no se puede elegir) a compartir entre todos los comensales, un segundo individual (en ese caso sí hay varias opciones para escoger), y postre o café. Los primeros estaban ricos, y bien de cantidad, pero el segundo (en mi caso cachopo) me pareció un poco pequeño (yo estoy acostumbrado a cachopos más grandes) y eché de menos que no viniese acompañado de patatas fritas, aunque el sabor era muy bueno. A la hora del postre sólo dos opciones: tarrina de helado (otra vez sin opción de elegir sabor) o profitetroles que también estaban muy ricos. En cuanto al servicio, correcto, pero sin nada que destacar. Eché en falta que al acabar la comida nos ofrecieran un chupito de pacharan, crema de orujo o similar. Me parece que es un sitio excepcional para días que haga muy buen tiempo y comer en la parte exterior, pero el interior no luce lo mismo. El precio del menú (33 €) teniendo en cuenta lo que comimos y la poca variedad me pareció algo excesivo.

Lugar bonito y agradable. Muy buen trato y buena relación calidad precio. El servicio bueno, rápido muy amable. Fue una celebración familiar y nos dieron muchas facilidades ,en general lo recomiendo totalmente.

Un lugar espectacular, tanto en calidad y en servicio, todo exquisito. Sin duda, muy recomendable.

Hemos pedido un arroz para llevar. Muy rico de sabor, bien cocinado, servido con alioli y cómodo de llevar en su caja de cartón. Seguro que repetimos.

Comidas para compartir arroz cualquier arroz está esquisto embutidos de calidad

Restaurante muy justito de calidad, el precio tampoco es para tirar cohetes. No está mal para ir en grupo o con la familia pero no esperes gran cosa, ni fu ni fa, el entrecot duro y las "patatas panaderas" no eran más que patatas cocidas por perejil seco por encima. No me entendáis mal, la comida no es mala ni escasa pero no es acorde a los precios, un pelín altos pero no exagerados. Los baños estaban sucios, en concreto el de caballeros, en una cabina no había papel higiénico y en la otra no funcionaba la luz. En el baño de señoras también faltaba el papel higiénico. Esto muestra cierto nivel de dejadez en las funciones de limpieza. Los "jardines" con césped artificial y en los que se nota el paso del tiempo, no se han esperado mucho ni en la decoración ni en mantenerlo. El servicio, algo lento para mí gusto y si les reclamas que se han equivocado se nota que les molesta.

Cada año los aperitivos son más escasos por eso es normal que cada año bajen los clientes, cuando es un sitio que debería de estar todas las mesas llenas te encuentras con que puedes elegir sitio. Una lástima