Restaurante la Encruceyada en Caso

Es un lugarcito encantador con gente tan amable y acogedora como el personal. Como amante del servicio rápido y la comida sencilla y deliciosa, disfruté muchísimo de mi almuerzo. Pedí el menú del día con una sopa sencilla, un guiso de habas y pescado frito con patatas fritas. Además, compartimos un plato de ternera frita rebozada y cortada en finas lonchas, también con patatas fritas. Creo que mi favorito fue el guiso. Era contundente, un poco picante y estaba cocinado a la perfección, con patatas suaves y sedosas y salchichas caseras que me dejaron sin aliento de lo deliciosas que estaban. Si fuera quisquillosa, diría que las lonchas de ternera no estaban igual de buenas. Algunas eran duras y masticables, mientras que otras eran suaves y jugosas, y personalmente habría preferido que las hubieran escurrido un poco mejor del aceite después de cocinarlas para que conservaran su textura e integridad. ¡Todo lo demás fue una auténtica delicia! Ah, y si vienes como turista, sobre todo si eres extranjero, no te sorprendas si la gente te saluda al llegar o te desea "buen provecho". Es un lugar encantador, acogedor, que te hace destacar un poco y te hace sentir parte del ambiente, lo cual siempre es una sensación agradable.

Casero, buenísimo y abundante! No se puede pedir más calidad por lo que pagas. Pedimos embutido una tabla de cecina y queso, muy abundante y rico. Y dos raciones (una de cabrito, el de la foto) y otra de rabo. Impresionante. La carne se deshacía en la boca prácticamente. De postre la dueña nos recomendó requeson con mermelada de frambuesa y… todo un espectáculo. Cenamos por 52€ mejor imposible.

Muy rica la sopa y el entrecot que estaba tierno y muy sabroso. El arroz con leche sabía un poco a quemado. Bien de precio

Un sitio espectacular, un poco pequeño, pero todo un lujo estar como si fuera en tú propia casa