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Desde el momento en que uno se sienta en la mesa del restaurante KOMA BAH, se percibe que está a punto de vivir una experiencia sensorial y culinaria extraordinaria. Este menú degustación no es una simple sucesión de platos: es un recorrido cuidado, sorprendente y sofisticado por ingredientes de máxima calidad, elaboraciones técnicas impecables y una puesta en escena personalizada
Una bienvenida fresca y elegante
El menú arranca con los snacks fríos, y ya desde el primer bocado, el “Pan con tomate Koma” impresiona: una reinterpretación crujiente, delicada y absolutamente deliciosa del clásico catalán. La textura es etérea, con una base crocante y una cobertura gelatinosa que encierra una intensidad de sabor sorprendente. Le sigue el Ceviche de sardina a la madrileña, presentado sobre una media lima y coronado con una espuma cítrica que explota frescura en boca, una obra maestra de técnica y equilibrio. El Nem de atún rojo con guacamole y crema agria completa esta apertura con una combinación brillante de sabores grasos y ácidos, envuelta en una presentación delicada y sabrosísima.
Texturas y tradición con guiños modernos
En los snacks calientes, el Buñuelo de cocido destaca por su sabor profundo y una masa ligera y dorada que evoca la esencia de la cocina tradicional madrileña en una forma completamente nueva. La Croqueta líquida de cecina ahumada es simplemente magistral: crujiente por fuera, con un interior que estalla en un potente sabor umami, lleno de matices ahumados que evocan las tierras leonesas.
Un viaje culinario por tierra y mar
Los platos principales llevan al comensal por una travesía sensorial rica y sorprendente. Las Setas con beurre blanc y lardo ibérico ofrecen una sinfonía de umami, cremosidad y aromas de bosque que enamoran. La Aleta de raya en salsa Meniere ibérica es otro de los grandes momentos del menú: delicada, firme en textura, realzada con un queso ahumado sutil y una miel de Calluna que da un contrapunto dulce floral sencillamente perfecto.
El Risotto negro con sepia de bahía, coronado por una emulsión verde brillante, presenta una textura melosa impecable y un equilibrio de yodo, tierra y frescura que convence por completo. Por su parte, el Canelón Rossini con pera al Oporto resulta goloso y refinado, con una carne melosa envuelta en una bechamel suave, y la pera aportando ese contraste dulce tan bien integrado. La Carrillera Muu Thai Thai con curry panaeng es el broche potente de los platos salados: tierna hasta deshacerse, con un curry aromático y picante muy equilibrado, que despierta los sentidos sin abrumarlos.
Un final dulce, sorprendente y equilibrado
Los postres mantienen el listón altísimo. Cromatismo cítrico es una explosión visual y gustativa: fresco, vibrante, con distintas texturas y un juego de acidez que limpia el paladar. El Capuchino de arroz con leche, canela y chocolate blanco es pura caricia, reconfortante y delicado, con un punto especiado que lo hace inolvidable.
Servicio y entorno: excelencia total
El servicio acompaña esta experiencia de forma impecable. Cercano, atento, extremadamente profesional. Cada plato es presentado con mimo, explicando ingredientes y técnicas sin caer en la pretenciosidad, lo cual se agradece profundamente. El entorno —una terraza serena, rodeada de vegetación— es el marco ideal para disfrutar de una experiencia gastronómica tranquila, distinguida y muy especial.
Conclusión
KOMA BAH no solo cumple con las expectativas de un menú degustación de alto nivel: las supera con creces. Por la originalidad de su propuesta, la altísima calidad de los productos, el dominio técnico de la cocina y el servicio sobresaliente, este restaurante se posiciona como uno de los grandes secretos mejor guardados de la sierra madrileña. Un lugar que merece ser descubierto, redescubierto y celebrado. Imprescindible.
claudio fragola
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10 Julio 2025
10,0
Muchos platos, ricos, algunos espectaculares, pero otros más flojos. Todos buenos, ninguno malo, por supuesto. Recomendable, quizás esperaba un poco más, por la fama.
Miguel Gómez
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29 Junio 2025
8,0
No sé cuantas veces hemos ido a este restaurante, pero nunca defrauda. Tanto la comida como el servicio es excelente. Todo está realmente bueno, el trato excepcional. Siempre tan amables, atentos y detallistas. Y el ambiente es perfecto. El local es muy acogedor y siempre está tranquilo aunque esté completo. La relación calidad precio muy buena. Es de mis favoritos.
Sandra Berlanga
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04 Mayo 2025
10,0
Realmente bueno. La comida muy buena. El menú degustación amplio y bien de precio. Me gustó algo menos lo que es el sitio, el lugar. A destacar la cerveza, helada y en un vaso helado.
Fernando Garcia - Conde
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30 Abril 2025
8,0
Restaurante muy agradable en un Hotel Rural con encanto. El menú degustación nos gustó mucho y quedas satisfecho. Algunos platillos son de estrella Michelín, explosión de sabores en boca. Los postres quizá lo único más flojo. Buena relación calidad-precio. Seguro que repetimos.
José Luis Blanco
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20 Abril 2025
10,0
Con motivo de hospedarnos en el Hotel ArtBox La Torre, comimos (menú degustación) y cenamos (carta) en Koma. Buena relación calidad precio en su menú degustación. Buena experiencia gastronómica
Oscar D
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23 Marzo 2025
10,0
Un buen restaurante en la sierra de Madrid. Oferta gastronómica muy variada y platos con mucho sabor y buena presentación. Algunos puntos mejorables, el pan, no está a la altura, la carrillera tiene salsa escasa, el rissoto podría mejorar la presentación. El lugar es un antiguo chalet reformado con encanto, el salón muy pequeño pero acogedor. Demasiado calor y música algo elevada. El servicio fue correcto. No tienen trona.
Rodrigo Gómez
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09 Marzo 2025
8,0
El sitio muy cómodo y tranquilo. El servicio bueno y la comida muy bien elaborada. Calidad-precio bien
Esther O
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03 Marzo 2025
10,0
El restaurante es muy bonito y la atención buena, la comida buena pero no exquisita, y pienso que la carta es un poco reducida, de todas formas fue una tarde agradable
harry ayala
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15 Febrero 2025
8,0
Fuimos a cenar en pareja el dia de San Valentín. La verdad es que estaba lleno, pero el resultado es que tardamos 3 horas en cenar. Entramos a las 21:30h y salimos a las 00:30h. Pedimos el menú degustación: los primeros pases llegaron rápido, pero luego empezó a demorarse el servicio, y llegaron a tardar 15 min entre algunos de los pases. Las sillas del salón superior, que fue donde nos acomodaron, eran terriblemente incomodas. Como resultado: una buena experiencia gastronómica totalmente eclipsada por la lentitud en servir los platos. Salimos con un dolor de espalda tremendo, después de 3 horas sentados en las sillas de plástico. Una pena, porque bien servido hubieses estado bastante bien, ya que los diferentes platos nos gustaron bastante. En los últimos cuatro pases, de lo único que teníamos ganas ya, era de marcharnos de allí.
Mario Monge
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15 Febrero 2025
6,0