Restaurante Hotel Emperatriz en Ocaña

Recepción modesta, atención al público mejorable. Habitaciones amplias, al igual que el aseo, limpieza solo aceptable. insonorización escasa, calefacción buena. comas aceptables, mesa para trabajar y TV grande y de calidad, WIFI bueno. A destacar la mala ventilación del aseo y el olor a cañerías viejas que incomoda la estancia, sin hacerla insoportable. Desayuno nefasto, 9 euros y nos ofrecieron dos opcines: cafe o infusión con tostada de tomate (solo tomate y aceite) o croissant plancha con mermelada y mantequilla de las individules maluchas, un desastre. Dispone de ascensor, poco cuidado en su aspecto interior. Parking privado, estrecho en algunas de sus pllazas, para vehículos no muy altos, 8 euros, puede ser una opción aceptable, tambien se puede aparcar en los alrededores con algo de suerte. Cerca de supermercados y bares para comer y cenar. Destacar que tuvimos problemas con el servicio en cafetería-desayuno, parece ser que por un mal entendido querian cobarnos dos veces, nos supuso una discursión pero se solucionó. Particularmente no estuve muy a gusto. En otro acosión preferiria otro alojamiento.

O tío qué por la mañana estay para desayuno, uff... difícil trato...sus modos...me pareció que el nos estaba haciendo un favor en nos servirnos...

Habitaciones amplias y cómodas, muy buen trato y la cafetería excelente.