Restaurante Hierbabuena en Toledo

Restaurante espectacular en Toledo, la comida está impresionante, tiene una cocina con toques modernos menos en la perdiz, en la que mantienen la receta tradicional y que por cierto está buenísima. El servicio es maravilloso, tanto que te sientes como en casa. Y además de la extrema calidad del restaurante, hay que destacar el increible mirador que hay en el salón principal. Es un sitio al que ir y al que repetir 1001 veces. Revomendadisimo!!

•aperitivos •Salpicón de pulpo y mango con vinagreta de limón y espuma de lichies •Rape a la bilbaina •Helado frito de mazapán con crema de limón y gel de naranja y amaretto. Bien servicio y buen producto. Comedor amplio. Elegiremos otro postre la próxima vez. Mejor al mediodía para disfrutar de las vistas.

Recibimos excelentes recomendaciones de vinos. Gracias al maître y al equipo de servicio, que fueron muy profesionales y amables. La comida estuvo excelente y con una presentación impecable. Pasamos una velada maravillosa en un ambiente muy agradable. ¡Volveremos!

Comida muy buena, tienen menús muy acordes calidad precio. Todo lo que pedimos muy bueno y los postres también. Un pero la terraza es preciosa con unas cristaleras enormes para distrutar de las vistas pero da mucho calor, tienen que acondicionarlo mejor, ni con el aire te alivian, nos dijo el metre que lo mejorarán, entonces ya lo disfrutaremos más. Volveremos.

Este restaurante transmite buena energía desde fuera: jardín bonito, terraza tranquila y con unas vistas impresionantes. Dentro, mobiliario natural, madera, luz suave que invita a relajarse. El servicio fue muy amable, con explicaciones sinceras. La cocina es de temporada y con ingredientes locales bien trabajados. El ritmo de la comida fue pausado, ideal para charlar y saborear. Los vinos de la zona acompañaban muy bien, y el precio me pareció justo para la calidad recibida. Repetiría sin duda si vuelvo a Toledo. Es una comida relajada, con productos honestos y un servicio que hace sentir bien. Cinco estrellas bien ganadas.

Lugar espectacular, comida muy buena y precios inmejorables para lo que ofrecen, menú muy completo por 35 euros. Repetiremos sin dudarlo

Muy buena experiencia, pedimos el menú diario y fue un acierto. El personal super atento. Repetiremos.

Si vais a reservar es más impresionante la zona del salón principal, también tienen un comedor interior pero os perdéis las vistas de todo el ventanal, que es increíble. Está muy bien acondicionado por lo que no se pasa nada de calor. La carta es amplia y te apetece pedirte todo, pero no dejéis de probar en entrantes, el ravioli de gambas al vapor (íbamos dos y nos pusieron uno a cada uno en un plato individual por lo que imagino que en plato normal si vienen dos) y las vieiras crujientes (parecen corn flakes así que no os preocupéis si no os gusta el marisco porque no tiene la textura que suele tener). Buena carta de vinos, y el servicio muy bueno y profesional, siempre suelo decir lo mismo del servicio si lo merece, pero es que es muy difícil ser un buen profesional en hostelería así que merecen todo el elogio. Se puede volver, no es un restaurante para probar y ya tacharlo de la lista, en serio que merece la pena.

La mesa en la sala acristalada ya merece una calificación de 5 estrellas. Una grata sorpresa fue la excelente comida. El vino tinto que ofrecieron fue excelente, y el jerez que sirvieron con el postre también. Puede que los precios no sean los típicos de los restaurantes para turistas, pero esperaba más; también quedé satisfecho con la cuenta.

Comimos pastrami sobre crujiente de arroz de entrante, muy bueno y atún con salsa de sake dulce y bacalao con mantequilla de París. Muy bueno también. Buena presentación. El servicio excelente y el sitio muy agradable aunque no tiene vistas panorámicas. No son grandes cantidades pero es agradable encontrar un sitio donde probar sabores diferentes.