Restaurante Golosía en A Coruña

Muy bueno todo, el servicio y la comida de 10/10

Pequeño y exquisito. Trato cercano. Platos elaborados con mimo y talento.

Los calcot los primeros vinieron fríos, aunque la salsa estaba muy buena, la escalivada muy regular, por lo demás bien aunque tengo ido a sitios por la mismo comida mejor

La comida muy buena al igual que la bodega , el precio adecuado., el ambiente es íntimo pues es un lugar pequeño con pocas mesas, para .i gusto es ideal para parejas.

Todo es muy sabroso. Tomamos ensalada, atún y ravioles.

Fuimos con un menú cerrado de Calçots y la verdad es que no nos defraudó para nada. Muy muy recomendable. El sitio muy acogedor y con una decoración cuidada. La comida espectacular, podíamos repetir de todos los platos lo que quisiéramos y la atención por parte de todo el personal fue espectacular. Era como estar comiendo en su casa. Los Calçots, butifarras, chuletitas de cordero, cava, crema catalana, y como no, su absenta!!!! No dejéis de probarla. Pagamos 45€ por persona. Volvería mañana mismo sin dudarlo!!!

La comida estaba correcta, pero siendo justos, la relación calidad precio no es buena. El cocinado de los platos tiene ciertos errores. Los puerros tienen un corte demasiado bruto y no especialmente tiernos. Las croquetas la hicieron en aceite demasiado frío y estaban grasosas, el cannoli de yuzu no nos agrado. La tarta de queso nos encantó, en su punto exacto super cremosa.

Local demasiado apretado, mesas para cuatro que deberían poner a dos comensales. Fallos básicos del propietario, nos ofrece agua al acabar el vino y sin dar otra opción nos pone dos de agua mineral, cn su actitud no parecía que fuera a cobrarlas. Tras la comida nos ofrece probar un chupito, aceptamos dos que cobró igualmente. Tengo que reconocer que no mencionó invitación pero su manera de ofrecerlo hace entender eso

Local acogedor, con piedra y madera. Es pequeño, por lo que conviene reservar. Carta original, con platos alejados de la comida tradicional, pero tomando como base los productos locales (pescados y algún molusco). De los platos que probamos, el capaccio rico, pero no destacaba por nada en especial. El tataki de atun muy rico, con buen producto. Los puerros muy ricos, con una salsa muy lograda. Las verdinas con almejas, que me habían comentado que estaban muy buenas, yo no Los precios de algunos platos son altos, pero no todos. Algunos justificados, otros no. No hay carta de vinos, los ponen en carteles de la pared. El trato del camarero muy bueno. Atento y amable durante toda la estancia En general, un sitio que hay que probar.

Una especie de taberna - restaurante con un menú súper apetecible en un ambiente cálido y acogedor. Éramos cuatro y decidimos montarnos una especie de menú degustación, lo cual resultó un acierto total. Pedid lo que queráis que estará fantástico. El pulpo con emulsión de grelos y las verdinas con almejas, especialmente impresionantes.