El Retiro en Llanes

Le Bistro es el restaurante situado a la entrada de El Retiro, y forma parte del mismo complejo dirigido por el mismo cocinero que el restaurante con estrella Michelin. La cocina mantiene un nivel muy alto, con platos bien elaborados y sabores cuidados, aunque la experiencia presenta algunos matices. La carta es amplia, pero al no ofrecer medias raciones, resulta difícil probar varios platos sin que la cuenta suba más de lo esperado. Además, las raciones son algo justas para el precio, lo que deja cierta sensación de desequilibrio. Dicho esto, la calidad de la comida es incuestionable: se nota la técnica y el producto. Especialmente destacables las manitas, un plato sobresaliente que justifica por sí solo la visita. El servicio es amable y correcto, y el ambiente es agradable, coherente con el nivel del grupo. En conjunto, Le Bistro ofrece una muy buena cocina en un formato algo menos formal que su “hermano mayor”, pero con el mismo sello de calidad. Ideal para quienes quieren disfrutar de la cocina de El Retiro en un entorno más relajado, aunque los precios no sean precisamente ligeros.

Un gran descubrimiento nos ha encantado la comida. El restaurante es precioso y muy original la decoración

Comida en el restaurante @ricardosotres1 , hemos elegido el menú degustación San Patricio que estaba exquisito de rico todos y cada uno de los platos ❤️❤️❤️, se adjunta copia del menú, el restaurante es muy bonito, la atención es de diez, muchas gracias por vuestra atención y amabilidad, ha sido un placer

Volver a Pancar después de tantos !! Que recuerdos, el Retiro era uno de nuestros lugares que siempre íbamos en nuestro veraneo anual , a mi padre le encantaba su merluza . Hoy 20 años más tarde he vuelto con mi marido en mi vista anual a mi tierra .Solo puedo decir amazing!!! . La reforma del local es espectacular , sigue conservando la tradición de las casas de la zona con un toque actual que es perfecto. Y su comida, con el recambio generacional sigue siendo rica rica. Como el menu San Patricio era muy largo para lo que comemos actualmente fuimos al bristo. Comimos de lujo, carta con platos tradicionales, como los que hacía mi madre, y a mayores cocina de fusión pero sin mezclas raras. Servicio muy profesional, pendiente del cliente sin atosigar. Buena bodega, eso si algún godello y Ribeiro no vendria mal. As Sortes es muy bueno pero muy muy caro y hay opciones en godello y treixadura que tb son buenas opciones para los que nos gusta el blanco. Tomamos una denominación bourbogne tinto muy rico. Todo estaba buenísimo, ensaladilla, cabritin y lengua , me quedé con ganas de tomas manitas y callos. Ufff que disfrute de comida. Con buena música y aunque no hay vistas , el local era muy muy agradable . Tendré que traer a nuestros amigos gallegos a que disfruten de la cocina del Oriente asturiano , aunque ya conocen los fogones de nuestro amigo Pedro Morán . Si vienes por Llanes y no vas al Retiro no sabréis lo bien que se come en Asturias . Queremos volver !!!!Enhorabuena por seguir conservando la tradición familar.

Reservé en este restaurante viendo las fotos y comentarios de Google y la pena que me llevo es que no lo he podido ver, ya que nos han sentado en la terraza, eso si, cubierta y Gracias,dado que esta el día lluvioso y hace frio. Creo que no es correcto sentar a la gente ahí, haciendo como hace. La gente comiendo con la cazadora. La comida correcta, sin más

Experiencia en un Restaurante de 1 estrella Michelin, en un lugar muy tranquilo y agradable, se puede ir andando desde Llanes por la Senda del Río Carrocedu, la comida y el Servicio estuvo a la altura, y las presentaciones del Chef con su equipo.

Muy buen servicio, buena comida y arte increíble.

Hemos comido hoy 4 personas el menú degustación, 139 € y maridaje 58€. Realmente agradable, tanto el servicio como el menú, el local con mesas vacías al 60% aproximadamente se hacía un poco desangelado, Del menú todo destacable, del maridaje le sobra el Mar de Frades ( albariño sobrevalorado)

Me esperaba algo mejor del menú degustación de un restaurante con estrella michelín. Lo mejor el servicio, también destacaría los entrantes y uno de los postres, los platos principales bastante flojos. Además un poco repetitivos, callos de bacalao y callos. El pan de castañas y la mantequilla que ponen esta buenísima, pero la cobran bien, 6 euros por comensal. Vinos por copas tenían muy pocas opciones, pedí un tinto crianza Ramón Bilbao y fueron 6 euros la copa.

Una comida expectacular pero en cantidades ridiculas, te vas con hambre, que no puede ser en un restaurante que se precie.