Restaurante el Palacio en Molinaseca

El sabor es normal. El servicio es un poco deficiente. Tomaste la comida cuando moviste la mesa.

Gran hotel restaurante en Molinaseca. La comida estaba bien preparada y la camarera fue atenta y amable.

El menú especial era como una buena cena, no te pierdas la alcachofa y el salmón. El servicio es agradable y la vista es impresionante. Lo único es que el menú incluye solo agua normal, pero no con gas. 🤔 En fin, el mejor lugar para comer del pueblo sin duda en el Camino.

La comida muy rica y el trato del personal muy bueno.

Excelente lugar y atención sin dudarlo, les recomiendo que vayan a comer.

La ubicación es espectacular… la comida va precio salvable pero no excepcional

Lugar muy bonito, buena comida y personal muy amable.

Como siempre nos han recibido con una buena comida

Hemos ido a comer hace un mes y hemos quedado muy contentos;el precio del menú es asequible y exquisito y la comida está fresca y deliciosa. El trato del camarero ha sido correcto y atento en todo momento y el paisaje donde se encuentra ubicado es espectacular.

Sono stato indirizzato a questo ristorante dal proprietario dell’albergue nel quale ho soggiornato. Locale rustico molto grazioso, con numerosi tavoli nel salone d’ingresso, ed altri ben allestiti nell’area adibita a sala da pranzo. Personale femminile con gentilezza molto variabile… la cameriera che si è presa cura di me si è mostrata molto “essenziale”, di poche parole, e dotata di scarsa empatia, rendendo il servizio molto scarno. A pranzo ho mangiato una vellutata di zucca (bella calda ma alquanto insipida), e bevuto una birra a spina; conto 11 Euro, che mi è sembrato alquanto sopravvalutato, considerato il prezzo del menù del dia di tre portate. La sera ci è stata offerta una doppia opzione, tra la cena alla carta o la scelta tra due menù del pellegrino (rispettivamente a 13.50 o 20 Euro). Io ho scelto il menù a 13.50 Euro, prendendo cuori di carciofo con salsa al formaggio, polpette di vitello al sugo, con patate fritte ed insalata, gelato, ed un calice di vino rosso. La casa ci ha poi offerto un digestivo alle erbe. Il locale era molto frequentato, sostanzialmente solo da pellegrini; servizio sempre a cura della stessa cameriera, sbrigativa nei modi, ma molto rapida ed efficiente.