Restaurante El Eligio en Vigo

Taberna histórica de Vigo, popularizada ahora por las novelas de Domingo Villar La comida está bien y el sitio mantiene algo pintoresco, muy alejado ya no del anterior dueño, sino del original Eligio, claro, pero merece ser visitado. La ubicación es inmejorable

No muy buenos modales. Meten prisa en elegir y todo de una vez "porque la cocina está preparándose para cuando salgan los del teatro", luego enseguida recogen la mesa para otros clientes. A la hora de pagar insisten en metálico "porque el datáfono no está cargado y suele fallar" (querrán dinero en B), finalmente le dimos nosotros al botón de confirmar el pago porque lo usaban para que pareciera que no funciona.

Estivemos em Vigo para conhecer o natal de luzes e é sensacional. Para almoçarmos, escolhemos esta taberna, que além do atendimento ser muito bom e simpático, a comida é espetacular. Pedimos calamares fritos entre outras coisas e estava divino. Recomendo, vale à pena.

Increíble las croquetas , xoubas buenísimas y los precios y la atención inmejorable. Gracias

La comida está muy buena y el dueño es un crack, te encuentra un hueco aunque no exista 👏🏼👏🏼👏🏼

Una experiencia muy agradable, servicio encantador y muy buen ambiente.

Se llama taberna pero es algo más. Es un local en que te encuentras a gusto. La comida es excelente y también su ambiente. El dueño y las camareras están pendientes de todo y a pesar de que siempre está lleno lo resuelven con eficacia y profesionalidad. Siempre que vaya por Vigo repetiré

Buen servicio. Nos hicieron hueco como pudieron al ir con niños. Nos dejamos aconsejar sobre que pedir y no fallaron.

Está bien, gente amable, rápidos y la comida bien cocinada. El pulpo escaso y exageradamente caro, para la cantidad y presentación.

Me fastidia encontrar energúmenos así cuando el lugar no esta mal y la comida tampoco (a excepción de las escasas raciones de pescaditos, no llegarían a 200 gr). Comimos una ensalada de ventresca que estaba rica, así como las croquetas de jamón y espinacas (las de pulpo eran un poco "engrudo") y unos pimientos de padrón. El remate final de la cena fue cuando se acercó para ver que nos había parecido la cena (algo completamente correcto y que debe ser así), y cuando le dijimos que la ración de pescadito era escasa, empezó a subir el tono de voz y a perder los papeles diciendo que si era pescado de la ría y que si tenía que ir a la lonja a informarme, tuve que cortarle y decirle que hasta aquí hemos llegado.......en fín, una serie de despropósitos que están completamente fuera de lugar. Lástima que un sitio así lo gestione un individuo semejante tan cerril, como poca visión y don de gentes y esos modales. Una pena!