Restaurante Eguren Ugarte en Laguardia

En octubre disfrutamos muchísimo de nuestra estancia en Eguren Ugarte. Estábamos allí para celebrar el vigésimo aniversario de bodas de nuestros amigos. Nuestro grupo de 20 familiares y amigos se alojó en el hotel. Nuestros amigos organizaron su fiesta de aniversario en Cueva Anastasio (una de las cuevas de la propiedad con el chef del hotel). El lugar era tranquilo y había muchas vistas y viñetas diferentes para admirar.

Hotel muy bonito con maravillosas vistas y jardines. Recomiendo ampliamente el recorrido por las cuevas, fue una verdadera sorpresa para nosotros. Todos los vinos del hotel son muy asequibles y muy sabrosos. Las habitaciones están bien, nos parecieron un poco ruidosas, pero todas tienen excelentes vistas. Hay muchos terrenos para explorar y usted es libre de pasear por los viñedos; Laguardia y otros viñedos se encuentran a una agradable distancia a pie. Hubiera sido bueno si pudiéramos alquilar bicicletas para explorar más. La cena está bien, que proviene de un menú cambiante; Habíamos pasado la semana en San Sebastián antes de visitar aquí y estábamos acostumbrados a estándares muy altos. El hotel no necesariamente tiene su propio bar (hay uno en el restaurante principal/zona turística), pero si pides una bebida en la recepción del hotel, te dejarán sentarte en el salón y disfrutar de las vistas.

La experiencia en la cata fue en general aceptable, aunque con algunas cosas que mejorar. La visita resultó limitada en cuanto a la explicación de los procesos de elaboración del vino; quizá se debe a que estaban finalizando la vendimia, pero en sí algo escaso porque nos enseñaron la sala de barricas y la máquina que las lava... Cuando hay un cuadro inmenso que podía haber explicado algo o cualquier otro lugar o elemento de la bodega. Eso sí, los calados donde se almacenan los vinos de los clientes y la historia de Vitorino, fueron una sorpresa, un espacio muy curioso y bonito. La cata, sin embargo, no era lo que esperaba. La hicieron en la entrada, donde había bastante ruido por la gente que estaba comprando, entrando y saliendo... y esto dificultaba escuchar a la guía en ocasiones. Hubiera sido ideal que nos llevaran a alguna de las salas cercanas para poder disfrutar el momento con más tranquilidad. Además, eché en falta que en algún momento de la cata pudiésemos identificar los olores del vino o similar y poder interactuar las personas que estamos en la visita, ya que nos limitamos a beberlos con varias anotaciones por parte de la guía. También eché en falta algo de orientación sobre los lugares de interés dentro de la bodega que se pudieran visitar de manera independiente, ya que el entorno realmente lo merecía. En resumen, fue una experiencia agradable, pero con detalles mejorables que podrían hacerla mucho más completa y atractiva.

Fuimos a realizar la visita con cata. La visita duró una media hora y después pasamos a realizar la cata que consistía en tres vinos de y un trozo de pan relleno de chorizo picante (bastante básico, la verdad). Buenas explicaciones por parte de la guía.

He estado en la visita guiada a la bodega y comiendo en un choco toda la cuadrilla ha estado muy bien en el hotel otro día

Excelente en todo, atencion muy buena en recepción y en la cena la chica que nos atendio de 10, tanto en simpatia como en las sugerencias de la cena y el vino, muchas gracias.

Hotel bodega estupendo. Trato fenomenal. Desayuno bufet riquísimo, muy completo y un servicio de diez. Habitaciones magnificas con unas vistas a los viñedos, la sierra y Laguardia, espectaculares. Hotel muy tranquilo para descansar. En el restaurante probamos el menú degustación para cenar y muy bueno y muy abundante (sobre todo para cenar). Visita a las bodegas muy interesante, la forma y la historia.

Amazing, increíble!!!!. Una experiencia espectacular. Hicimos la visita más comida. Recomendable 💯💪

Es la tercera visita a Eguren, está vez nos hemos quedado en el hotel y ha sido una experiencia fantástica. Trankilidad, paz, rodeado de viñedos y unas vistas que enamoran y de conexión con la naturaleza. El desayuno es fabuloso y siempre están reponiendo para q nunca te falte de nada aún llegando a última hora. El personal es muy agradable, muy amable y empático Parte del hotel está dentro de la bodega y al salir de las habitaciones y tb dentro del ascensor acristalado ves su interior y hace una inmersión aún mayor de estar en este maravilloso lugar creado por Victorino q tuve el honor de conocerlo. Muchas gracias Vitorino!!

He estado en la celebración de una boda y estuvo genial . Todo bien organizado, bien servido y atendido