Restaurante Dominica en Toledo

Nos ha gustado todo, el sitio precioso, comida muy rica y la atención estupenda! Totalmente recomendable.

Fuimos por la alta puntuación que tenian y la verdad, es que en mi opinión está sobrevalorado.

Espectacular presentación de los platos, riquísimo, una mezcla de sabores fantásticos

Tuve un almuerzo delicioso en Toledo. El interior moderno combina a la perfección con los edificios históricos, la comida estaba deliciosa y el personal fue increíblemente amable. Parecía ser un restaurante popular entre los locales, y la hospitalidad fue realmente cálida.

Todo muy rico. El secreto especialmente

Los platos estaban bien pero no me sorprendieron. Ambiente muy agradable y especial.

Ambiente muy agradable. Atención y decoración del restaurante espectacular. Recomiendo Dominica

Visité el Restaurante Dominica y quedé realmente sorprendido por la calidad y el sabor de sus platos. Desde el primer momento, el ambiente se siente acogedor, que invita a relajarse y disfrutar. La atención del personal fue excelente: atentos, amables y siempre dispuestos, cómo buen colombiano me voy feliz de la comida toledana.

Un menú de calidad que destaca entre las atracciones turísticas del centro histórico. El encanto del restaurante, bellamente decorado, el servicio impecable y el ambiente tranquilo nos conquistaron; ¡volveremos!

Sitio precioso en pleno centro, pet friendly. Fuimos con nuestros perros y sin problema, agradecemos mucho sitios como este para poder viajar con nuestras mascotas. Llevábamos también un carrito de bebé, especificado en la reserva previa que habíamos hecho. Aún así nos colocaron en una mesa justo a la entrada del restaurante y era muy molesto porque la gente pasaba continuamente pegada al carro, los perros molestaban también al paso de la gente…No estuvimos nada cómodos en esa mesa tan en medio de todo con el carro, perros y demás. La comida bastante regular, para empezar pedimos pan “casero” que llegó casi al final de la comida y muy frío, como descongelado. Pedimos empanadillas de rabo de toro y bao de pollo teriyaki, correctos pero para nada del otro mundo para el precio que tienen. Luego pedimos el arroz de Calasparra con secreto y fue un fiasco. El arroz no sabía a nada, era como comer arroz blanco con un caldito color naranja. El secreto estaba bien, de punto y sabor aunque, no sabemos porque, no pasó nada al arroz. Ese plato fue dinero tirado, una pena. El brownie de postre, pasable aunque textura algo gomosa y con esa temperatura propia de pasarte con el microondas que puede fastidiarte cualquier postre. En fin, si cuidarán más la comida sería un sitio que recomendaría si o si por su localización y buen trato. Espero que mejoren y volver a comprobarlo.