Restaurante Dinastia Vivanco en Briones

¡¡¡CLASE!!! Cocina muy buena y refinada, personal a la altura.

La camarera raquel muy simpática y nos atendió muy bien, sin embargo la.otra camarera yudith, le falto el respeto a su compañera, delante de todos los clientes, reprochandole el horario de cierre de la caja, fue un poco desagradable. La camarera raque muy bien todo con ella.

Hemos comido el menú riojano después de visitar el museo. Tanto el menú como la visita al hotel son muy recomendables.

⭐⭐⭐⭐⭐ “Experiencia 360º de lujo en el Restaurante Vivanco” Desde el primer momento, el equipo nos atendió como si fuéramos de la familia: profesional, simpático y atento en cada paso. Nos colocaron en una mesa panorámica con vistas a los viñedos y al precioso pueblo de Briones, un marco espectacular que ya presagiaba lo que vendría. El menú degustación “Raíces Riojanas” es una auténtica sinfonía de sabores: croquetas de morcilla, patatas con chorizo, bacalao a la riojana… cada plato, de producto local y perfectamente ejecutado, demostraba una sofisticación en la presentación sin perder esencia . El cordero lechal en doble cocción estaba exquisito, tierno y jugoso; y el remate, una torrija especiada con helado de pera y un toque de vino, fue puro vicio. Maridar todo ese festín con los vinos de Vivanco le da sentido al concepto “winecooking”: el vino no sólo acompaña, sino que se integra en cada salsa, cada emplatado y cada bocado. Una experiencia redonda para el paladar y la vista. Además, la visita al museo del vino y al jardín de variedades hace que la experiencia vaya más allá de una comida: es inmersión cultural y sensorial. En definitiva, el Restaurante Vivanco no es solo comer bien: es vivir el vino. Un 10 en profesionalidad, entorno, gastronomía y maridaje. ¡Para repetir y recomendar.