Restaurante Chuanet en Benicarló

Muy bueno, atentos y agradable, de calidad y buen lugar para comidas y cenas frente al mediterráneo

Muy buen restaurante, calidad, servicio y local hacen que comer aquí sea una delicia. Todo perfecto, volveremos.

Espectacular, buenísimo!! Es caro pero tanto las vistas como la comida lo valen.

En el restaurante Chuanet de Benicarló, la experiencia es excepcional de principio a fin. Además de la calidad gastronómica, destacan detalles que enriquecen la visita, como la limpieza impecable de los baños y un servicio que es verdaderamente sobresaliente. Los camareros son de una amabilidad y profesionalismo únicos: siempre con una sonrisa, atentos y dispuestos a anticiparse a cualquier necesidad del cliente, lo cual hace que uno se sienta bien atendido y apreciado. La carta ofrece sabores inolvidables. El arroz con cocochas, almejas y alcachofas es una verdadera joya, con cada grano impregnado de un gusto a madera que armoniza perfectamente con las alcachofas al punto, frescas y suaves al paladar. Otro acierto fueron las navajas, servidas sin tierra y con una salsa de limón sutil que realza su sabor a mar sin ocultarlo. En Chuanet, cada detalle está pensado para que el comensal disfrute plenamente, desde la cocina hasta la atención y el cuidado en el ambiente. Muy, muy recomendado.

Restaurante espectacular, servicio y comida excelente, repetiremos sin dudas😉

Muy recomendable. Qué bueno todo! Arroz norteño y chipirones con alcachofa! No te lo pierdas. Postres muy buenos también!

Espectacular! Buenísimo todo: arroz norteño, chipirones con alcachofas!

Muy satisfecha en todos los aspectos. La comida deliciosa. Una sartén como pocas he comido nunca. Un servicio impecable y una amabilidad increíble. ¡Mi enhorabuena!

Comimos con la familia y nos sentimos muy a gusto y muy bien tratados. La comida muy buena, las alpargatas y ortigas de muy buenas. El arroz espectacular

Estuvimos en familia comiendo (repetiamos visita) y la verdad es que el local es agradable, el servicio es bueno y la calidad de la comida es bastante buena, salvo los postres. Toda nuestra cena nos contento (almejas, chipirones, arroz...) hasta que llegamos a los postres. Nos sirven una tarta de queso congelada, hecha en una panaderia fuera del restaurante (dicho por el maitre), trozo muy pequeño y decorada con una simple cata de naranja, rodaja de kiwi y una fresa, a un precio de 7,70€. Tambien pedimos una tarta de chocolate y siguiendo la linea, la decoracion exactamente la misma que la de queso (kiwi, naranja y la fresa). Creo que no se puede aceptar que en un restaurante de esta categoria, con los precios que se pagan (+ 70€ por persona) y con los precios de los postres, te sirvan unas tartas hechas fuera del restaurante y con esa presentacion. Informamos al maitre en el momento, y nos reconocio que compartia nuestra opinion, ahora solo falta que lo cambien, de no ser que esten muy satisfechos con ello