02/11/2025: Merece la pena visitarlo solo por las vistas, que son magníficas.
Por lo demás, una experiencia bastante decepcionante.
No sirven bebidas en la terraza. La camarera me preguntó si quería un café y, tranquilamente, siguió guardando los cubiertos sin esperar mi respuesta. Cuando le indiqué que seguramente habría algo más, simplemente respondió: «Un momento».
Yo era el único cliente, pero tuve que esperar a que terminara para que me tomara nota, sin siquiera una sonrisa.
Un consejo:
☕ No se dice «zumo de melocotón», se dice «z2».
🍞 No se dice «tostada de tomate y jamón», se dice «t1».
🥑 No se dice «tostada de aguacate», se dice «t2».
Para la tostada de jamón con tomate, tienes que desmontar el bocadillo tú mismo para poner el tomate debajo.
Solo hay una cuchara para todos: te las arreglas solo.
El jugo de durazno está bueno, y la vista compensa un poco lo demás; por eso le doy 3 estrellas.
Si no, le habría dado 2.
💬 Un pequeño consejo: una sonrisa lo cambia todo.
Esta vez no dejé propina.
Lugar al que solo merece la pena come por las vistas, que son preciosas.
A partir de ahora, es bastante decepcionante.
No se permite estar en la terraza.
La cámara me sugirió que tomara un café, pero recibí las tazas sin esperar respuesta.
Cuando me piden que repita el comentario, simplemente digo: “un momento”.
Eres el único cliente, pero tienes que terminar de recibir el pedido antes de la entrega, sin nada.
Aquí hay que halar con códigos:
☕ Sin dados de meloalgodón, dados z2
🍞 Sin palabras tomate y mermelada, sin palabras t1
🥑 No digas tostada de aguacate, di t2
La tostada de jamón con tomate hay que desmontarla para poner de tomate debajo.
Sólo hay una taza disponible: sólo sirve una cosa.
El zumo de melocotón está rico, y las vistas salvan la experiencia — por eso pongo 3 estrellas.
De esta forma lo tenemos en el sido 2.
💬 Consejo: Todo queda mejor cuando se sirve con sonido.
No dejo propina.
01/11/2025: Pedimos pulpo a la gallega y croquetas de jamón, y ambos platos estaban muy buenos. El pulpo en su punto y las croquetas con el tamaño ideal, con poca besamel y mucho jamón. Lo menos agradable es que tienes que recoger tú mismo la comida y el trato del servicio podría ser más amable. Aun así, merece la pena por las vistas y porque se come bien.