Restaurante Chef Rivera en Padrón

Hotel con encanto clásico y buena comida Me alojé en el Hotel Chef Rivera durante una etapa del Camino de Santiago y, en general, tuve una experiencia muy buena. El hotel es antiguo, pero está bien cuidado y tiene mucho encanto. Me gustó esa esencia clásica, diferente a los hoteles modernos sin personalidad. La ubicación no es completamente céntrica, pero estás a menos de 10 minutos a pie de los principales puntos de interés como las iglesias y el jardín botánico. Si llegas cansado tras caminar, puede dar un poco de pereza moverse, pero no está lejos. El hotel es tranquilo y silencioso, algo que agradecí mucho para descansar. Aunque si tienes vecinos ruidosos se oye lo de otras habitaciones. El restaurante en la planta baja me sorprendió para bien: cené en la habitación un revuelto de chorizo y una tabla de quesos, ¡riquísimo! Como punto a mejorar, no hay nevera en la habitación, lo cual puede ser un pequeño inconveniente si haces el Camino y necesitas guardar alimentos. También mencionar que el ascensor no llega justo a las plantas, se queda a medio nivel, así que hay que subir o bajar un pequeño tramo con la maleta. Aun así, me parece un hotel correcto, cómodo y con detalles que lo hacen especial. Lo recomendaría.

Hotel un poco vintage pero que han conservado bastante bien. Es agradable ver los detalles de las habitaciones, los muebles robustos de madera y las cosas bien limpias y ordenadas. Las mujeres de recepción y bar son correctas. El restaurante nos decepcionó un poco aunque nos hizo el apaño. Pudimos hacer el check in poco más de las 12 así que muy agradecidos pues veníamos cansados de la etapa del Camino y no nos apetecía esperar a las 14:00 o 14:30 como en otros establecimientos. Repetiríamos.

Restaurante con producto de muy buena calidad. Todo exquisito.

¡La comida estuvo extraordinaria! ¡Un verdadero homenaje a los peregrinos! El chef fue muy amable y estuvo a la altura de las expectativas. ¡Volvería a comer aquí sin dudarlo!

Hotel excelente y muy recomendable.

El encanto de un establecimiento antiguo bien mantenido pierde fuerza cuando sacan la comida, raciones mejorables en relacion cantidad-precio. Si, estaban buenas, pero no valen el precio pagado

Hotel con restaurante. El menú no es barato pero es de muy buena calidad. Las habitaciones están bien pero el aire acondicionado mediocre (viajamos en ola de calor).

No está mal. Un poco anticuado, pero muy limpio y con encanto. Reservé una habitación doble. No probé el restaurante. Dormí bien. Debo decir que cuando mis vecinos ruidosos hablaban alto, los oía, pero por suerte se durmieron temprano ☺️ La cama es cómoda y las sábanas están limpias. Cerca de un supermercado Dia. El recepcionista fue muy amable. Dada la oferta de ese lugar (Padrón), parece una buena opción para descansar en una habitación privada. No es un lugar para conocer gente y, desde luego, no es un ambiente de albergue. En general, lo recomiendo. ¡Buen Camino! 😊

Fuimos allí por recomendación de alguien, pero cuando vimos la ubicación en una calle lateral de la carretera, y luego caminamos frente al restaurante casi nos fuimos. La entrada es un bar sucio que huele a humo de cigarrillo viejo, oscuro y poco atractivo, pero cuando nos llevaron al comedor principal en la parte trasera era agradable y luminoso con ropa blanca y decoración pasada de moda pero agradable. Había muchas fotos de notables y premios en las paredes, aunque del mismo chef, no todos son de este restaurante. Es lamentable que, aparte de un caballero solitario, éramos las únicas personas en el restaurante un domingo para el almuerzo, hizo que el lugar se sintiera deprimente. . El servicio era atento y servicial, la comida era muy buena. Los fritos de calamares agradables y tiernos, las calamares buenas en su propia tinta, y los pimientos de Padrón también eran buenos. Todo eso más dos copas de vino, una de agua y pan subieron hasta 53 euros. No es barato pero no excesivamente caro.

Excelente menú para disfrutar de una comida digna de reyes a precio muy asequible y con un trato muy amable y acogedor. Sin duda un restaurante que mantiene el nivel con el paso de los años y en mi opinión es una visita imprescindible en Padrón.