Restaurante Casa Varillas en Lozoya

Todo muy agradable, buena comida y servicio atento.

Como siempre un placer comer allí. Esta vez nos ofrecieron un pack para 4 personas que aunque éramos 5 nos fue perfecto. Atencion y trato estupendos.

Realmente espectacular. Venimos de Madrid solo a comer aquí. Cuando vayáis, pedid costillas, cosrillas y más costillas. La especialidad de la casa, las mejores que he probado nunca!

Hemos comido super bien, estaba todo buenísimo desde las croquetas, hasta los judiones. Se estaba super calentito dentro y te dejan estar con los perros, nosotros íbamos con varios y nos han puesto en un sitio al fondo para no molestar y que ellos estén tranquilos. Un sitio donde volver. Era como estar en casa

Buenas comida Bien ambiente Buenas gestión Las tras B!!!!

Fantástica comida y servicio super amable

Perfecto para reponer fuerzas después de hacer una ruta. Ambiente muy agradable y acogedor. El personal es muy amable y el producto, la comida excelente. Disfrutamos mucho con nuestra hija (3 años).

Las mejores Costillas que he comido en mucho tiempo. Servicio rápido, eficiente y super amables, siempre es un gusto visitarlos

Primera vez que íbamos y sin duda volveremos. Un camarero jovencito nos atendió de maravilla, con cariño, explicándonos un poco la carta y las recomendaciones y no defraudó! La carne buenísima, croquetas exquisitas y la parrillada de verduras (y frutas) todo un éxito! Algo fuera de lo normal que estaba delicioso. De postre, tarta de manzana con helado que sin duda ha sido una de las mejores que he comido. Lo recomiendo y volveremos cada vez que vayamos a Lozoya.

La comida está buena y el local chulo pero un señor en la barra (debe ser el dueño, o eso creemos) peca un poco de soberbia. La gente entra preguntando por una mesa y casi les llama tontos por venir sin reserva. Es que su restaurante está lleno y hay que reservar con una semana de antelación. Que si la cocina no da más de sí. Que si no es un tema de espacio, pero es que sin reserva imposible etc. Nos lo dijo a nosotros y a otras dos familias. Y a nosotros nos dejaron sentarnos en la barra porque llegamos sin reserva pero super temprano. Eso si, había que pedir ya, porque en breve la cocina se saturaba etc. Y yo digo: macho, te cuesta lo mismo decirlo en plan agradable, disculpandote, tipo "lo siento, nos hemos quedado sin mesas para hoy". Y la gente se va igual pero con otra sensación. En fin, el sabrá. Nosotros no volvemos. Ni con ni sin reserva. La soberbia no nos va.