Restaurante Casa Olga en A Guarda

La Sra. Olga le da un encanto especial a este local Aunque están centrados en el marisco, echamos de menos algún acompañamiento más en la carta Aún así, los percebes y la langosta estaban espectaculares 😊

Si vas o si vuelves no dudes en visitar y dar un abrazo a Olga. Ya solo eso.merece la pena y luego...la comida que es de lujo.

Una comida exelente. Olga es entrañable y familiar, hemos estado muy bien atendidos.

Cuando se ve que todas las críticas se basan en ideologías opuestas y en precios, se ve el poco peso que tienen. Es una vergüenza el maltrato que ha recibido esta señora sólo por ser una "nostálgica". Después de varios incidentes por daños materiales/personales (quisieron pegarle) ya quitó todos los símbolos controversiales y dejó de cantar el Cara al Sol. Sabemos que Franco hizo cosas bastante cuestionables pero, por dios, ¡Con no entrar es suficiente!. Y más sabiendo que es una persona en la tercera edad. Dejemos atrás las "batallitas" del pasado y caminemos juntos hacia un futuro mejor. La comida exquisita, y un ambiente excelente. Eso sí, no lo recomendaría a gente de izquierdas. Espero que Olga viva mucho tiempo más y que siga alegrándonos la vida con su espíritu vivaracho.

Una gran experiencia, la señora Olga sigue al pie del cañón a sus 92 años y con una actitud que ya le gustaría a muchos jóvenes actuales. Los percebes, camarones, centolla y langosta estaban muy muy buenos, los traen de sus propios viveros, dónde los mantienen vivos en agua de mar hasta el momento de llevarlos a la cocina. Y la tarta de la abuela..... Si quieres comer en una marisqueria tradicional está es la que buscabas.

Confirmo..., la mejor langosta con vinagreta... Vivo en Mallorca y no es lo mismo. Salud Doña Olga.

Bien el producto. Bien el precio. El lujo de que te reciba Olga a su edad, con cariño. Cómo si vas a comer a casa de la abuela. Lo anoto en los fijos.

Estuvimos en Agosto de 2024 comiendo en su restaurante y la verdad que te das cuenta de lo que es cuidar a un cliente y tratarte como si fueses el propio nieto de Olga. Recomiendo la experiencia de comer allí sobre todo si te gusta la langosta y te quieres dar un caprichillo. Hay que mencionar que no es un restaurante lujoso, es un restaurante típico gallego, campechano, familiar y no con interiorismo muy cuidado pero que se come y te atienden de lujo. Recalcar que en todo momento estaban preocupados de que no faltase de nada y Olga nos recibió con un abrazo y nos mostró el cariño que tiene a España. Respecto a la comida, La empanada de Zamburiñas estaba increíble y las langostas también estaban muy ricas, acompañadas con el vino de la casa. Cierto es que la langosta es un producto caro y tampoco está la casa como para ir muchas veces, pero desde luego si no has ido alguna vez es un lugar recomendable. Comida de calidad, atención cercana y familiar y precio mejorable pero entendiendo que tienen producto de calidad.

La calidad es altísima. No así la presentación, que da la sensación que es más de batalla que otros restaurantes que se dedican a lo mismo. Eso sí, el trato recibido por Olga, la propietaria es cómo desde hace años. Buenísimo.