Restaurante Casa Luz en Barcelona

El restaurante es hermoso y las bebidas son increíbles!! Nuestro cóctelero Gonzalo fue excelente, vamos a regresar muy pronto!!

Muy buen servicio y buenas perdonado sobre todo por paarte de Gian Paul y Sara excelentes camareros y todo riquísimo!

Perfecto para pasar una tarde tomando unos vinos y unas tapas! Lo recomiendo mucho 😍

En lo alto del hotel hay un restaurante con una terraza que da el sol y es muy bonita. En mayo, no la tenían abierta porque no había demasiada gente. Éramos un grupo de 7 para el almuerzo. Hacía mucho calor, y por suerte había unas sombrillas que fuimos ajustando. El servicio fue bien, en castellano si no recuerdo mal. El menú estaba en catalán. ¡La comida fue buena! Sobre todo un arroz con setas y carne de no recuerdo qué, pero era BONÍSIMO. A resaltar también, un plato de berenjena ahumada muy bueno. De postre, pedimos un cheesecake (que es de los que saben mucho queso) para poner velas, pero sólo tenían uno muy pequeño, así que nos añadieron y regalaron la mousse de chocolate a cambio, ¡que resultó muy buena también! Bebiendo una botella de vino y alguna bebida extra, pagamos unos 40€ por cabeza. Debo decir que podríamos haber comido más a nivel de cantidad. Overall, salimos contentos. ¡Gracias!

No hagas caso a las malas críticas, este sitio es una pasada. Lo descubrimos por casualidad alojándonos en este hotel, y pensamos que vinimos a echar un vistazo. Comida increíble (para chuparse los dedos) y un servicio estupendo. También ofrecen un vino naranja espectacular (¡tienes que pedir una botella!). Vistas preciosas y, sin duda, uno de los mejores restaurantes en los que hemos estado en Barcelona.

Muy recomendable. Comida muy buena (a destacar el calamar), y un servicio impecable. Recomendable terraza por sus vistas.

Cena muy agradable con una cocina que nos sorprendió, muy recomendable

Un sitio con vistas a la plaza universitat. Un poco caro para la cantidad que dan (menú Barcelona) pero todo de buena calidad. Algún platito lo podían acompañar con alguna tosta o craker pero así no te queda más opcion que pedir pan el cual te cobran. La atención de todos camareros excepcional y es de agradecer hoy en día como está el sector. Encontrar a profesionales es un gusto. Lo peor de todo que se flipan un poco con los precios de los vinos excesivamente caros todos ninguno por debajo de 28 euros las botellas y las copas caras lo que hace que suba el precio de la cena.

No es la primera vez que venimos y nos encanta el concepto del menú. La experiencia es inigualable, ya que la terraza es absolutamente impresionante, con vistas al centro de la ciudad. Sin embargo, tengo que destacar algo. Hicimos la reserva y especificamos que íbamos a ir con personas con alergia a los frutos secos. No solo la carta no indicaba los alérgenos de ciertas opciones, sino que incluso cuando pedimos por error la tarta de queso (al parecer, cambiaron la receta y ahora llevaba almendras), el camarero no mencionó nada al pedirla. Solo después de probarla y notar algunos toques a frutos secos, confirmaron que la tarta de queso contenía almendras. Esto es algo que definitivamente debemos mejorar, ya que podría ser muy peligroso dependiendo del nivel de alergia que tenga cada persona. En nuestro caso, no fue tan grave; sin embargo, no se puede tener este tipo de experiencia con los alérgenos en ningún restaurante.

Un sitio muy agradable para cenar, con música jazz de fondo y preciosas vistas. Todo un descubrimiento, para repetir 😊