Restaurante Casa Deo en Canejan

Un restaurante apartado del valle, muy familiar y con una calidad excepcional. Los caracoles son una delicia, tomamos una tortilla de setas con ensalada, correcta y una pierna de cordero perfecta. Buena carta de vinos, postres caseros y nos invitaron a un chupito ( detalle que se está perdiendo....). Alfonso muy majo Para volver

Hemos comido varias veces en este restaurante. De hecho era uno de nuestros favoritos, por las vistas, la ubicación, la comida y la atención. Esta vez, nos han defraudado. La comida excelente como siempre. La atención y el despiste de cocina y empleados, ha bajado muchísimo. Pedimos una segunda botella de vino, normalito, viñas del Vero, y casi nos llegó a los postres, me tuve que levantar a ver si se habían olvidado de ello. La culpa, claro, de la empleada. Nos ofrecieron un postre casero, pues celebrábamos un cumpleaños. Dijimos que sí, por supuesto. Inocentes de nosotros, pensamos que era obsequio de la casa. Pues no, no era obsequio de la casa. 7,50 euros por cada ración del postre. Más caro que los de la carta. Y algunos de los comensales no comían pasteles o tartas. En general, hemos visto que el restaurante está de capa caída, no sabemos el motivo, pero antes estaba todo lleno, y ahora apenas tenían 3-4 mesas ocupadas y el comedor de la entrada a la derecha, vacío. Personalmente, me da pena. Pues he ido muchas veces y volveré. Espero que mejore y vuelva a lo que era hace muy poco tiempo, y que no acabe como el de Sant Joan de Toran.

Restaurante que està en Canejan. Descobrimos por casualidad y nos sorprendio mucho. La comida espectacular i las vistas que tiene desde la terraza impresionantes. Volveremos 100%.

Canejan es un pequeño pueblo precioso con unas vistas inigualables del Valle de Arán, así como también otras poblaciones en sus alrededores. Si vas por allí, Casa Deó es de visita obligada, bien para tomar un aperitivo en su terraza o bien para comer en su restaurante. Nunca defrauda. El matrimonio que regenta el restaurante es muy amable.

Antes de llegar nos hemos metido a ver las reseñas, y nos ha sorprendido encontrar una con tan mala nota y tan malas palabras hacia las personas que regentan dicho restaurante.. Son un matrimonio más que encantador.. lo que pasa es que no podemos querer que sea igual la gestión de reservas que en una gran ciudad, aquí es todo muy familiar.. de hecho, estando comiendo ha entrado un chico a preguntar si podían ponerle una mesa para 4 para cenar (porque aunque ponga que el restaurante está abierto, ahora mismo hay muy muy poca afluencia y es posible que si no viene nadie cierre) si tienes la suerte de que esté abierto, y la paciencia que caracteriza a un restaurante familiar, de cocina local, con mucho cariño.. no solo no os va a defraudar sino que vais a salir pensando cuando va a ser la próxima.. enhorabuena por el trabajo bien hecho, por la ayuda a Valencia (somos afectados de la Dana y su hija ha estado ayudando todo lo que ha podido) y por acercarnos a estos manjares.. ojalá os tuviéramos más cerca.. SIN DUDA, volveremos!! ♥️♥️

Je confirme que l'accueil est glacial pour les frontaliers Français semble-t’il. Mais les plats sont bons, le cuisinier gentil, les plats bons copieux et bien présentés. Tarifs à la hauteur de la qualité. Dommage pour l'accueil, on avait l'impression de déranger...

Comida de primera calidad, manitas de cerdo con caracoles, carne de corzo de cibet, butarda, todo exquisito. Recomendable el restaurante

Tomamos una tapas y esta todo muy bueno, las croquetas d cocido espectaculares! Sitio tranquilo y acogedor. Tendremos q venir a probar el chuletón