restaurante carlos en Elx

He visitado tiempo atrás este restaurante y me pareció que ofrecían platos de calidad -- especialmente arroz-- por encima de la media. Mi última visita -- en un evento con decenas de personas-- me ha decepcionado: entrantes poco vistosos, arroz fuera de punto y postre que ni fu ni fa. Entiendo que en estos casos la elaboración puede ser menos delicada, pero es que el precio, a mi modo de ver, subió en exceso. El resultado fue algo decepcionante para lo esperado.

Un estupendo lugar, con productos de primera calidad y excelente trato.

Gracias a todo el equipo de la boda de Marta y Manuel y mi nieta Merida . Un saludo seguro que estaremos encantados de volvernos a ver. Segir asi

Mi experiencia ha sido muy buena. Totalmente satisfecho. Recomendable

Muy buena a todos los niveles, calidad y trato 👌

Lugar especial, agradable, muy buena comida a precios muy competitivos. Un gran restaurante.

No estuvo mal, pero las raciones para 4 personas creo que son flojas.

Tuvimos una buena velada porque el ambiente y la camarera fueron increíbles, lo único que daría una pega, es en la paella de pollo y conejo, para mí gusto le faltaban bastantes trozos de carne y estaba un poco pasada de aceite, pero por lo general hemos estado satisfechos de nuestra comida. Volveremos.

Es súper chulo y un ambiente agradable para pasear y despejar la mente lo recomiendo 💕

La Gastronomía Ilicitana, arraigada en la rica tradición culinaria de Elche, se distingue por sus sabores auténticos y su dedicación e ingredientes frescos. En el corazón de esta experiencia gastronómica se encuentra el apreciado arroz a leña con conejo, plato que fusiona la destreza culinaria con la pasión por los sabores locales. El restaurante Carlos en la Hoya hace merecedor de elevar la cocina tradicional ilicitana al olimpo de la maestría de la danza del fuego y la leña, creando una sinfonía de aromas que envuelve el proceso de cocinar este exquisito arroz.  Tan solo tengo un pero a este alarde del baile culinario. Los entrantes son mínimos para cuatro personas y eso es un serio motivo para no poder saborear otros platos. Directamente, tenemos que ir al arroz. Este restaurante tiene que pensar que las parejas existen y que en el arte culinario no existe la imposición numérica. Por lo tanto, un sobresaliente en los arroces y un suspenso en los entrantes por la imposición de sus raciones a un mínimo de cuatro comensales. @josejuanraymundo