restaurante carlos en Elx

Nos ha encantado el lugar. Muy bien de precio y un ambiente precioso para disfrutar de una comida o cena en buena compañía. Repetiremos experiencia. Aunque la cocina pueda ser un poco lenta el servicio excepcional.

Venir siempre es un acierto. La comida 10 puntos y el servicio EXCELENTE 👌

Se come bien. Pero alarga los aperitivos mucho. Podría ser por llevar ocho comuniones a la vez. La reacción muy bien. Después de comer barra libre y merienda. Notable.

La experiencia en el restaurante Carlos ha sido satisfactoria. Un establecimiento amplio con zona interior y exterior para todo tipo de celebraciones (comidas, bodas, cenas, bautizos, cumpleaños, etc. ). En primer lugar, agradecer a Amparo por su atención y servicio, fue muy cercana y agradable. Por otro lado, recomendar los arroces, las croquetas, delicias de Elche y el tiramisú. Por otra parte, destacar que han cambiado la estética del local y ha quedado realmente bonito. Es importante saber que hay parking y es muy fácil aparcar. Sin duda es un lugar que recomiendo visitar.

Todo exquisito. Buena calidad de los productos. Buen ambiente. Buen servicio. Parking. Me invitaron y no puedo hablar del precio. Volveré para pagar yo y acabar la reseña

Me encantó el sitio, el local, el servicio muy amables, atentos y con don de gentes. La comida rica y el vino también.

El arroz se puede mejorar,el servicio bien,pero lento,el ambiente bueno.

Fuimos a la boda de unos amigos y repetimos en nochevieja. La comida está muy buena y la calidad está bien y el servicio es bastante bueno y rápido. La única pega que le pongo es la barra libre que era un tanto lenta y había que hacer un poco de cola pero el resto muy bien.

Estuvimos genial en la sala. Servicio muy atento. No se retrasaron en la comanda y los arroces salieron en el momento adecuado. Sin embargo faltó sabor, tanto en los dos arroces que pedimos, a banda y costra, como en el pulpo. Los postres, pequeñitos y el tocino de cielo parecía un pan de Calatrava. Precios algo elevados.

El restaurante Carlos, se convierte en un destino gastronómico imprescindible para quienes buscan disfrutar de la tradición alicantina en su máxima expresión. En un entorno envidiable, donde el sol mediterráneo parece ser parte esencial del menú, el arroz al sarmiento con conejo destaca como el plato estrella de la casa. Este plato, típico de la zona, es un homenaje a la cocina tradicional, donde el sabor ahumado que aporta el sarmiento —las ramas secas de la vid— se fusiona de manera sublime con la carne de conejo, logrando un equilibrio perfecto entre el toque rústico y la delicadeza de los ingredientes. El arroz se cocina lentamente, absorbiendo cada nota de sabor, y el resultado es una textura ideal, suelta pero jugosa, que despierta los sentidos desde el primer bocado. La magia de este arroz reside en la técnica del cocinado al sarmiento, que otorga ese sabor característico a brasas que solo puede conseguirse con una cocción sobre fuego vivo, añadiendo una profundidad especial al plato. Cada bocado es un viaje al corazón de la tradición culinaria alicantina, evocando las comidas al aire libre en los campos de viñedos, rodeados de naturaleza y la brisa cálida del Mediterráneo y la montaña Alicantina. Este restaurante es mi elección cuando deseo disfrutar de este manjar y plato único alicantino. En definitiva, el restaurante Carlos ofrece no solo una comida, sino una experiencia gastronómica que conecta al comensal con el alma de la terreta. Este arroz al sarmiento con conejo no solo es un tributo a la herencia culinaria de la zona, sino un auténtico festín para quienes valoran la calidad, la tradición y el buen hacer. Un plato que resume, en esencia, lo que significa disfrutar de la buena mesa en el corazón del Mediterráneo. @josejuanraymundo