Restaurante Cardumen en Madrid

Fuimos mi marido yo a comer un sábado y todo un acierto. Fui en silla de ruedas ya que me han operado de la cadera y desde el primer momento súper atentos, aparcamos dentro del edificio (había bastantes coches eso sí y ninguna plaza de minusválidos, aunque yo no lo soy, no estaría mal que la hubiese, o por lo menos nosotros no la vimos). Se accede en ascensor y una vez en el restaurante nos facilitaron bastante la zona. La comida riquísima (sobre todo el tartar de atún) y excelente atención. Repetiremos ya que fuimos a celebrar nuestro primer año de casados.

Nos ha atendido Xavier y la experiencia ha sido inmejorable. Trato excelente, comida por encima de las expectativas y las recomendaciones de sobresaliente. Muchas gracias a todos por el buen rato que nos habéis hecho pasar. Un abrazo

Primera visita y seguramente no será la última. Íbamos sin reserva y nos buscaron una mesa para hora y cuarto, así que no había tiempo que perder. Hay mucha variedad en la carta. Nos decidimos por unas navajas y una lubina grande para dos personas. Te dan unos entrantes de aperitivo. Vino blanco que nos recomendó. Muy bueno. Y finalmente una pastela y una bomba de chocolate. Todo exquisito y bien cocinado. El servicio también es muy bueno. El local es muy bonito y el concepto que manejan es de reseñar. Gran variedad de pescados. Por poner un pero, el pan que son dos rebanadas pequeñas, lo cobran excesivamente caro. Por lo demás, todo estuvo perfecto.

Este restaurante es increíble. Un poco apartado, pero vale la pena ir. El personal es muy amable y nada es demasiado complicado. El pescado es magnífico y, con vinos de más de 40 países, tendrás muchísimas opciones para elegir.

Encontrar este restaurante en pleno polígono de Vallecas. Y con esa calidad de comida, servicio, y sobre todo la amabilidad del personal, me a dejado sorprendido. Espectacular el rodaballo a la brasa.

La mejor relación calidad precio de Madrid. Sitio escondido y no se puede negar que forme parte de su encanto. Nunca podrías imaginar que ahí se ha montado un restaurante... y ¡qué restaurante! No busques grandes elaboraciones ni complicaciones, no busques el mejor servicio del mundo, no busque un plato típico o icónico que haga diferente al local. Para eso tienes mil sitios. Cardumen es un refugio, es un local donde el producto y su elaboración sencilla en parrilla son protagonistas sobre todo lo demás. Pescados y mariscos de máxima calidad elaborados al carbón de manera notable. Atún de primerísima calidad en tartar o en sashimi increíbles. Acompañado por una bodega sin fantástica a precios más que correctos para Madrid. Completa su carta con algunas ensaladas y algún plato más tradicional sin abandonar su esencia de poner el producto por encima de lo demás. Todo esto en un ambiente cercano en un local pequeño y acogedor que te harán sentir como en casa. Relación calidad precio 8,5 sobre 10

La calidad de la comida es muy muy top, pero el servicio es IMPECABLE. Volveremos!!

Nos ha encantado, estaba todo muy rico!

Qué gran restaurante. Está fuera de los caminos trillados y por encima de un concesionario de automóviles, pero un hallazgo real. Los mariscos son la especialidad cocinada sobre el carbón. Al estar por encima de un mercado de pescado ofrecen lo mejor disponible en un día determinado. El equipo es muy acogedor y atento. El Somelier en particular nos guió a través de una lista muy completa basada en los peces que habíamos elegido. La comida es inteligente y el ambiente muy agradable. Empezamos con langostinos y percebes. Luego compartimos las tuberías principales dado el tamaño del pescado que habíamos elegido todos magníficamente cocinados. Totalmente recomendable. Un consejo si reservas desde fuera de España o si no hablas español una vez reservado solo puedes llamar para hacer enmiendas así que prepárate (traducir Google) con lo que quieras decir.

Una comida estupenda. La demora del vino se olvidó con vuestro excelente equipo y una calidad superior. Volveré porque quiero probar algunos platos más. El rape para no olvidar.