Restaurante Callizo en Aínsa-Sobrarbe

¡¡Perfecto!! ¡Una experiencia increíble! Un restaurante con estrella Michelin y Sol, por lo tanto caro pero con una calidad innegable en todos los sentidos, ¡desde la bienvenida hasta el café! Llegamos a las 14:00 y salimos a las 17:30 a tomar un café a la terraza. ¡Hay que saber tomarse el tiempo aquí y disfrutarlo! Cada plato está cuidadosamente explicado. Casi todos los platos que se sirven tienen una conexión con la región. ¡Descubrimos su historia y su cocina a través de la comida, los platos...! El servicio se adapta a ti. ¡Si eres francés, te hablarán francés fácilmente! Comimos casi 20 preparaciones en total!! ¡Y estaba increíblemente sabroso! Ostras cocidas, ceviche de trucha, navajas a la sal, puerro ahumado, calabacines texturizados, venado, jabalí, etc. ¡Todo era perfecto! ¡Sin olvidar la amabilidad del servicio! ¡Acompañamos los platos con vinos seleccionados por el brillante sumiller! ¡La factura de 200 euros por este viaje culinario de medio día es importante pero está justificada para los amantes de la buena, inventiva y creativa gastronomía!

Experiencia excepcional. Todo el personal fue muy amable, especialmente el sommelier. Los vinos de maridaje realmente vale mucho la espera. El último postre de chocolate deja un poco a desear, esperaría algo con más técnica culinaria, pero divertido a la hora de presentarlo.

Fui con mi mujer a celebrar nuestro aniversario el 8 de diciembre, pedimos un detalle por correo y se notificó al llegar también que se podía hacer en el postre y no lo hicieron. El sumiller nos puso el maridaje premium cuando no lo pedimos, no nos informó, aunque he de decir que vale la pena. El pase del ciervo salió frío. El sumiller salió dos veces a fumar en el servicio y apestaba a tabaco, lo cual para comer es bastante desagradable. El sitio increíble, al inicio es diferente a los demás restaurantes y algo único. La comida bastante bien. El personal explicaba muy rápido las cosas. No digo que sea malo el sitio, pero sería uno de los últimos que visitaría con estrella michelín.

Todo fue perfecto. Los platos, la adaptabilidad a nuestras restricciones dietéticas, la amabilidad del equipo de principio a fin y las sorpresas que jalonan la comida. ¡Un momento mágico que no olvidaremos!

En el maravilloso entorno del pueblo de Aínsa se esconde este tesoro que tiene más que merecida esa estrella Michelin. El menú es delicioso y muy bien diseñado, y la experiencia de empezar por la tienda y pasar luego por la cocina para los entrantes, antes de sentarte en la mesa, es original y divertida. Muy buena bodega con vinos de la zona muy especiales, y encantador sumiller. Merece mucho la pena para una escapada de naturaleza y gastronomía.

Experiencia gastronómica completa. Menú de 25 pases por diferentes ambientes del restaurante. Comida y trato excelente. Cuidan todo al detalle, dando valor a la comarca del Sobrarbe y productos de cercanía. Lo mejor la nevera de los vinos para meter a Luciano

El mejor restaurante en el que he estado sin duda alguna. Cualquier reseña que se ponga se va a quedar corta para la experiencia vivida. Un 10/10 en todo. Volveremos pronto.

Una experiencia q hay q vivir! Impresionante atención por parte de todo el servicio. Camareros con tatuajes y piercings. El vozarrón del cocinero camarero mexicano. La amabilidad y cercanía del personal en general y de Cintia en particular. El jabalí, bestial. Ha faltado un chupito de regalo.

Recomendada por una amiga, regale a mi pareja esta experiencia por su cumpleaños y ha sido sorprendente: Nuestro primer estrella Michelin. No mentiré, tenía ciertas dudas ya que los sabores muy exóticos o mezclas raras no me gustan, y cierto es que hay algún plato que no acabo de convencerme. Pero sin duda, fue una experiencia increíble que volvería a repetir. El lugar, el servicio, la comida, la calidad, la atención. Bien vale su precio. No quiero desvelar el encanto del menú, pero la forma de presentar los platos, los distintos lugares donde te presentan los aperitivos, nos sorprendió y nos encantó a partes iguales. Recomendaría a cualquier una visita y disfrutad de la experiencia.

Estuvimos hace tres años y la experiencia fue genial, teníamos ganas de volver con un menú largo renovado en un 80%, mantienen algunas cosas como la cava (que no desvelaré para no romper la magia de los que vayan por primera vez), o los platos en la cocina (impresionantes las navajas), el servicio de mesa ha cambiado entero, platos nuevos y renovados, a destacar el de pepino (¿cómo se puede sacar ese sabor de algo así?), el corzo (la presentación no apta para mentes sensibles) o el jabalí en su sangre, impresionante también el aire de tomillo que te sirven (toda una parafernalia impresionante) en la cava mientras te preparan el postre… ni se lo piensen, pregunten por el “geólogo” (incluido en el menú largo) y pídanlo, es un final de cena muy divertido. Volveremos con nuestra hija y su pareja, tienen que probarlo.