26/12/2024: Muy bien, como de costumbre, sin altibajos, muy buena cocina y atención, un lugar en el que, siendo un comensal, me siento uno más.
Nos trajeron unas hermosas olivas maceradas, plenas de sabor, adecuadas para acompañar la primera copa del Torelló que pedí, una antigua bodega que está sorprendiendo con el abanico de cavas que está comercializando. Ya había degustado el At Roca de 2022, de fina burbuja y primaveral aroma, cremoso y afrutado, criado sobre lías, a partir de dos uvas tradicionales dentro de la D.O. Penedés, Xarel-lo y Macabeo.
Excepcional estuvo la ensaladilla de Txangurro, coronada con las huevas del crustáceo decápodo. La tomo a lo largo de todo el año...como los helados, que ni mucho menos asocio en exclusiva al estío.
Tan sobresaliente como los langostinos crujientes y con una fina capa que contribuye a su disfrute ; cuando el espesor aumenta el langostino baja muchos puntos en boca. De fondo...esa salsa, con bastante cuerpo en este caso, que todos conocemos, pues se ha extendido, con mayor o menor fortuna, por la gastronomía coruñesa, así que ni la nombro ; yo, particularmente, ni la tomo, así aprecio más al verdadero
del plato.
Muy jugosa estuvo la presa de porco Landrán, con un rico puré de calabaza. Muy grasa, lo que en el proceso de elaboración contribuye a su sabor, con una textura en la que aprecias los jugos de la pieza.
De postre tomamos la casi inevitable tarta de queso, en el que brilló su acompañante : una bola-nuez de helado de café, intenso, conseguido.
El espresso también es notable y vinieron a la mesa las dos rocas de chocolate con las que la casa obsequia al finalizar el evento culinario.
Lo único que hecho en falta es un pan más artesano y de calidad, así como una variedad en la que podían introducir el millo y el centeno, lo que elevaría, sin duda, el ya elevado listón del establecimiento.
Como fue un día luminoso, a la luz artificial interior se sumó la natural que penetraba por el arco acristalado que enmarca el acceso exterior del restaurante.
07/12/2024: Hola la verdad es que es Gourmet. De los pocos sitios q, aparte de comer bien, le da un valor añadido a la comida. Está todo buenísimo. Empezamos con la ensaladilla de changurro, deleites croquetas de boletus q sabían a boletus. Tercer entrante berberechos a la plancha con una salsa al limón espectacular. Seguimos con el bocadillo de churrasco, una delicatesen y acabamos con lomo de merluza y fabes. No dejé nada. Todo bañado por un godello Voar con sabores afrutados y de ligero paladar. Los postres tiramisú de bica y torrija con helado. Una guinda en todo lo anterior. El servicio de calidad con Damián al frente. Un profesional de la hostelería de los q ya no quedan. La verdad es una espectacular experiencia comer aquí. Hay q saber valorarlo.
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