Restaurante Balieiros en Ribeira

Tranquilo y vistas inmejorables. El interior es muy grande con zonas diferentes; arte, juegos... La camarera muy amable. Vamos de vez en cuando a tomar un café cuando estamos por la zona, pero tenemos pendiente ir a comer. Sí es cierto que le falta un toque de calidez al ambiente a mi parecer.

Comida diferente (la sandía a la plancha con torreznos y los rixóns me sorprendieron gratamente, y la costilla de ibérico buenísima) en un entorno maravilloso, pero se nos hizo eterna. Muy simpáticos y majos los camareros, pero tardamos un horror en comer.

El lugar sorprende primeramente por la fantástica ubicación donde se encuentra y la tranquilidad que se respira. Unas vistas perfectas incluso sentado dentro del local. Una vez dentro, nos encontramos con una camarera que ha sido muy atenta. El local es enorme. Tiene unos cuantos billares, varios futbolines, una diana y una mesa de ping pong. Aquí, es imposible aburrise. Anotado en mis favoritos.

Un restaurante con una terraza con vistas estupendas. Una comida con un toque distinto. Para mi buenísima La atención es muy buena. Una de las camareras era simplemente encantadora. Muy buen sitio para comer.

De lo mejor en nuestro viaje por toda la costa da morte y acabando en Corrubedo. Además, con concierto en directo incluido!

Siempre vamos para poder echar un buen rato jugando a billares y futbolin, tienen también mesa de ping pong. Local grande con personal muy amable

Estuvimos cenando, cada año pasamos a darle una oportunidad pero…. Al final nunca repetimos en temporada verano … precios desmesurados para lo que ofrecen, carta con pocas opciones, raciones escasas, caro por encima de la media de la zona, no quedas bien cenado/comido ejemplo, tienen buen producto pero no merece la pena el precio y la cantidad, la terraza es agradable para tomar una caña porque el lugar es una maravilla. Volveremos el año que viene a dar una nueva oportunidad

Vinimos a cenar al bar BALIEIROS situado en uno de los "puntos" de esta preciosa costa salvaje de Galicia hace una semana grande. Algunas reseñas de este lugar regentado recientemente por una pareja joven te dieron ganas de ir allí. No nos decepcionó. Los productos son sabrosos y de calidad con muchas verduras y hierbas de su propio huerto. Hay platos clásicos de la cocina española gallega (pimientos pequeños, berberechos) pero también platos más inventivos (por ejemplo este carpaccio de sandía marinada con pequeños trozos de cerdo crujiente... una delicia). Nosotros lo disfrutamos mucho (incluido el postre con esta torrija con un toque de chocolate blanco ligeramente dulce y ligeramente salado: ¡una delicia!). Sólo podemos recomendar encarecidamente este lugar en el "fin del mundo" donde se tiene, desde la habitación interior o la terraza, una hermosa vista del páramo y el océano. Sumemos (y esto no es secundario) la grandísima amabilidad de Jesús (el dueño, en sala, con el que hablamos mucho) muy atento y de su compañera Lara, apasionada por su trabajo como cocinera y capaz. de cocina para todos los gustos (omnívoros, vegetarianos o veganos).

Después de leer la atractiva web de los nuevos operadores de Balieiros, hoy hemos ido a almorzar llenos de ilusión. Lamentablemente, la realidad de la presencia en la web es muy decepcionante. Tenemos almejas como entrante y costillas ibéricas como plato principal. Ambas comidas estaban frías. Bueno, los mejillones estaban buenos, pero no hay magia en abrirlos bajo calor. Desafortunadamente, las costillas estaban tan secas que podrían haberse vendido como patatas fritas. Esperábamos más dada la experiencia de los propietarios. No hay ninguna razón para volver otra vez. En términos de artesanía, la comida fue decepcionante y la presentación no fue nada atractiva. El café sabe realmente delicioso. La tarta de queso también es deliciosa. El servicio es bueno, pero no profesional ni capacitado. La ubicación es muy buena, pero eso no es suficiente.

Hemos estado comiendo en el restaurante 2 dias en estas vacaciones y nos ha encantado! Comida exquisita y diferente. Tardan un pelín en servir pero vale la pena la espera(nada exagerado) Raciones enormes! Para nuestro gusto demasiado, ya que somos 2 y puedes probar menos platos. Nos ha encantado! Repetiremos cuando estemos por la zona.