Restaurante Azabache en Palma de Mallorca

Caro para la relación calidad precio

El plato del día suele estar espectacular: rabo de toro, cocido, etc...

un lugar maravilloso para compartir

Pedimos tortilla de patatas, ensaladilla y solomillo: Raciones abundantes pero lo mejor es que todo estaba riquísimo. Es recomendable reservar: nosotros fuimos un miércoles al mediodía y nos hicieron lugar pero estaba a pleno. El jardín es divino!

Como selecta con un ambiente fantástico atendido por un personal super profesional

Raciones pequeñas y para mí gusto caras, lo que todo estaba muy bueno y el servicio genial y muy atento. Variedad de tapas y el restaurante muy tranquilo y muy limpio todo.

Un lugar con un muy buen servicio, comida buena, muy muy recomendable.

Pensando en una comida de San Valentín en un entorno agradable,con buena atención y una comida especial recibimos la peor mesa del restaurante, pegados a la nevera de helados y enfrente de los baños (reserva con antelación) ,un vino de 8€ a 18€ y una de cal y otra de arena,el restaurante tiene un par de especialidades y destaca el rabo de toro y la ensaladilla rusa,pero dónde quedaron bastante cojos fue con la merluza de pincho,la pedimos a la plancha,sosa,a treinta segundos de sacarla medio cruda y con una guarnición más propia de una planta de hospital para pacientes de dieta blanda y medía patata hervida que pedía a gritos la eutanasia. Una rodaja pasada de raspas y otra sin ninguna gracia por el popular precio de 21€. La traca final viene con los postres,ni son caseros ni tienen voluntad de serlo,los dos únicos que ofrecían como tal ni siquiera estaban disponibles. Tenía la ilusión de encontrar un sitio diferente para ser un nuevo cliente y he encontrado un sitio que pasa desapercibido y que viene a unirse a la larga lista de los restaurantes que no tienen absolutamente nada nuevo que ofrecer que un servicio desganado,una cocina sin sazón y unos precios exorbitados. Muchas gracias .

Me quiero tomar mi tiempo para ponerles en antecedentes de este lugar dónde muchos ex clientes de un restaurante buque insignia de Palma se han pasado y la verdad no llego a entender el porqué,a no ser que el escaso paladar no les dé para más. Comida de San Valentín,bajo reserva,nos ofrecen la peor mesa del restaurante,la que queda Justo a la entrada del salón comedor principal,justo pegados al lado de la nevera de los helados y enfrente de los baños. Es bien sabido que la especialidad de este sitio es el rabo de toro, meloso, bien elaborado y con una guarnición de arroz blanco y /o patatas fritas,no voy a poner ningún pero a esto,las croquetas de jamón como entrante, también están muy buenas. Dónde no voy a callarme es en el plato de la merluza de pincho (plancha,rebozada o a la espalda),un plato insulso, soso hasta el aburrimiento y más allá,más propio de un hospital,sin sal,sin gracia y con una triste guarnición de judías verdes,guisantes y zanahoria congeladas y una patata Cocida que pide a gritos que la saquen de allí. La friolera de 21 € por un plato así es un insulto a la inteligencia de un comensal a no ser que su paladar sea el equivalente a la sazón de la merluza que nos tuvimos que tragar,un trozo lleno de espinas y un lomo insulso. Con los postres lo acaban de coronar ya que ni son caseros ni los que dicen que son caseros están disponibles en el lugar, con lo que podrían al menos compensar semejante fiasco. No están los tiempos como para tirar el dinero para tal Comida anodina ni para hacer legión con semejante tropa de comensales que no distinguen entre un plato combinado y un plato de cuchara. Lo siento mucho pero es lo que hay. Feliz San Valentín.

Hemos venido a comer toda la empresa. Es cierto que éramos muchos, pero han tardado 15 minutos en servir la primera ronda de cervezas. Luego hemos visto que era el primer camarero, por qué luego Jorge un diez como camarero, muy atento, a todo lo que le pedíamos. Hemos comido, tortilla de patata y calamares muy buenos, la ensaladilla dejaba que desear. De segundo comi entrecot y muy bueno. Café también bien, no estaba quemado como en la mayoría de los bares