Restaurante Avenida en Soutomaior

Pasando por casualidad, paramos a comer y hemos acertado de pleno, lugar agradable, buen servicio, terraza, comida muy rica y bien elaborada.

Quieres comer marisco ....este es el lugar ...Sin palabras El servicio de 10 la atención ... amabilidad..vamos profesionalidad en toda regla ..y que decir de los productos del mar está vez un 10 con sombrero...jeje

Servicio de 10,comida de 10 o más, precio justo,por servicio,calidad y cantidad. Para repetir seguro no,segurisimo.

Increíble mariscada! Y el servicio increible, súper atentos y con retranca. Una maravilla

Un clásico que siempre cumple y que nunca defrauda.

Buen sitio para comer. El marisco espectacular. El trato del personal, de 10. Recomendable 100%

Buenas marisca restaurante típico gallego ,buena atención

Comimos un salpican Formidable Luego tomamos el menú Salmón y costilla al horno Maravilloso

Después de una semana comiendo por Rias Baixas, he de decir que mis expectativas eran muy superiores a lo encontrado. Por suerte, reservamos en Restaurante Avenida de Arcade, donde tratar al cliente con mucha cercanía, adoran a los niños y el producto que ofrecen está muy por encima de lo encontrado hasta ese día a un precio inferior. Probamos las ostras y las almejas y rematamos con una mariscada para 2 personas la cual compartimos entre los 4 adultos. Quizá las almejas fueron el plato más flojo, aunque de gran calidad. Pero la mariscada cocida fue una delicia. Percebes, navajas, gambas, cigalas, nécoras y centollo. Todo riquísimo. Tomamos el vino de la casa, el cual es muy agradable. Los niños tomaron milanesa de ternera de tamaño oreja de elefante (1 milanesa para 2 niños) y el más atrevido tomó la chuleta de ternera. No sé cómo será de grande el entrecot o el chuletón, pero está chuleta pesaría cerca de los 350-400gr y era pura mantequilla. Si volvemos por la zona, seguro repetiremos.

Estuvimos recientemente en el Restaurante Avenida en Arcade (Pontevedra) y la experiencia fue espectacular. Yo pedí 36 ostras… ¡sí, treinta y seis! Y sinceramente, fueron las mejores de mi vida: fresquísimas, sabrosas, absolutamente perfectas. Mi marido optó por un chuletón de ternera acompañado de patatas caseras y pimientos del Padrón que quitaban el sentido. Todo cocinado en su punto, con producto de primera y presentación impecable. Pero más allá de la comida, lo que marcó la diferencia fue el trato del personal: atentos, rápidos, muy profesionales y con una amabilidad natural que se agradece. Se nota cuando el equipo está comprometido y disfruta con lo que hace. En resumen: producto gallego de máxima calidad, cocina impecable y un servicio brillante. Volveremos sin ninguna duda.