Restaurante Aspaldiko en Loiu

Hay camareras que están a punto de jubilarse y tienen muy mala leche repercutiendo en el servicio que prestan

Muy caro para lo que esperas comer

Maravilloso lugar y comida muy deliciosa, hecha con mucho mimo. Trato muy agradable, almorzamos con el jefe Pedro en una agradable conversación. Último hasta Asapldiko.

Lugar histórico cerca del aeropuerto de Bilbao. Podría ser 5/5 si los precios estuvieran ajustados a la calidad que ofrecen.

En mi opinión tiene potencial pero no está a la altura. Pedimos como entrante tartar de aguacate y mango con gambas, estaba correcto y crujiente de manitas que creo que le faltaba sabor, la manita dentro del saquito tenía buena cocción pero echo de menos un poco más de sazón o incluso sabor a guiso (la ración era de 3 y se nos añadió una más porque éramos 4 lo cual es de agradecer). Como principales pedimos bacalao al pilpil fuera de carta, que la verdad me decepcionó bastante. Estaba soso y sin sabor a ajo en absoluto, sólo sabía a aceite y estaba demasiado espeso, pero la cocción del bacalao y la calidad del producto fueron excelentes. También pedimos láminas de vacuno mayor que tampoco nos encantó... Hubiera estado bien que nos hubieran preguntado el punto de la carne... Que tenía muy buen sabor pero no estaba tierna, echamos de menos algún día más en la cámara. El postre fue una crepe de arroz con leche que estaba impecable. Con respecto al servicio, fue muy cálido y amable de principio a fin, recibimos un trato excelente pero tampoco estuvo a la altura desde un punto de vista más técnico. El asesoramiento sobre la carta de vinos fue muy escaso (incluso pidiendo un vino de la carta la contestación fue "¿Qué es eso?") y también parecía no conocer muy bien el menú aunque es de agradecer que fue a la cocina para resolver nuestras dudas. En definitiva éramos 4 y pedimos una botella de agua, una de Txacoli, los dos entrantes, 3 bacalaos y una carne, un postre, 4 cafés y un vino de postre y la cuenta fueron 220€, tuvimos una experiencia muy agradable pero calidad precio considero que podría mejorar.

Menú baserri muy rico, las camareras encantadoras y amables y el lugar un baserri precioso del siglo XV en un recinto muy cuidado con 16 pavos q me ha sorprendido, en conjunto un 10

Ambiente: un edificio que es un monumento con una larga historia en un lugar muy agradable. Bonita decoración, con amplio espacio entre las mesas. Cocina: riquísimo todo lo que pedimos, con bonita presentación y ración muy correcta. Destacamos la sopa de pescado y la tarta de queso...MMMMM!!!!! Servicio: la espera entre plato y plato se nos hizo eterna. Quizá fuese un problema puntual, pero nos dio la impresión de que el personal, muy amable y eficiente, resultaba algo escaso. Ah, si la música ambiente no se repitiese en bucle, pues aún mejor

Hace poco celebramos una boda familiar y debo decir que todo estuvo estupendo. La comida, el servicio el ambiente... Todo estupendo. No puedo más que dar las gracias por el trato recibido y la atención. Un lugar ideal para celebraciones importantes. Sin duda, lo recomiendo.

Impresionante lugar, no todos los días comes en un sitio cuyas paredes existían antes del Descubrimiento de America. Sito en un espectacular caserío del S.XV, es un lugar ideal para esa comida especial (y para comidas diarias también, claro) como era nuestro caso, a celebrar algo. Y salimos encantados. Nada mas llegar y atravesar un frondoso vergel, te recibirá una amigable bandada de pavos reales, muy salados. Aunque pintan sabrosos, no, no se comen. Si acaso reserva algo de rico pan para darles después, te lo agradecerán. Una vez sentados, decidimos tomar el menú degustacion baserri tradicional: Antxoas del cantabrico, tortilla de bacalao, croquetas dos sabores y txuleton (con tx, como debe ser). Todo estaba espectacular, a la altura. Comentar un punto peculiar, y es que si eliges un menú, todo el mundo esta obligado a comer ese menú. Es un caso de o comemos todos o el pavo al rio (he retocado ligeramente el refrán popular, para hacerlo mas amigable, si). En nuestro caso esto no nos supuso ningún problema, comimos de lujo como auténticos navegantes añejos y salimos dispuestos a redescubrir la ruta de la seda por mar. Pero antes saludamos a los pavos, que nos exigían su cuota pan. Muy recomendable.

Buon ristorante in cui passare un pranzo o una cena immersi nel verde tra pavoni e buon cibo con pietanze tipiche della zona. Il locale è bellissimo, molto caratteristico. Il personale molto attento e cortese. Consigliato