Restaurante Asador El Muelle en Benaoján

Tras un fin de semana de amigos en Montejaque, le pusimos la guinda en este lugar. Mis amigos son clientes habituales y tenían ilusión por compartirlo conmigo y cuanto me gustó el descubrimiento. Terraza enorme, tranquila y muy agradable, ubicado junto a vías de tren en paisaje totalmente rural. Su interior también amplio. Hay que llegar temprano para coger sitio, cuando nosotros llegamos aún estaba cerrado y ya había gente esperando. Carta variada donde la carne es protagonista de esta, yo me deje llevar por mis amigos que son los conocedores y sabía que sería acierto total su elección, porque me conocen y porque les encanta comer tanto como a mí. Empezamos con unas croquetas, cremosas en su interior, pero poco crujientes en su exterior algo fundamental para mí, a pesar de todo de sabor estaban buenas. Seguimos con el plato estrella, motivo por el que me llevaron a este lugar, su lagartito. Tierno, jugoso, sabroso, espectacular me encantó. Altamente recomendable aunque al parecer no siempre lo tienen. Para finalizar lo hicimos con una presa, muy tierna y jugosa también. En general todo muy bueno, pero sí que le daría algo más de importancia a las guarniciones que acompañan platos, le daria una vuelta para tener variedad. De los tres platos que pedimos, los tres venían con la misma. Lo comentado anteriormente y dos rondas de bebidas ascendió a 54€, relación calidad precio correcta.

Buena terraza para comer, cocina mejorable, servicio competente y precio moderado

Se lo recomiendo a todos, la comida es deliciosa y el servicio es muy agradable.

Restaurante Asador El Muelle está situado justo en la estación de tren, pero a diferencia de lo que suele pasar con los bares de estación, aquí se trata de un restaurante muy auténtico con una excelente selección de platos, especialmente de cordero. Los fines de semana el espacio en la terraza es muy limitado. Si no llegas a la hora de apertura, es casi imposible conseguir mesa. Un detalle curioso: solo tenían una pierna de cordero disponible. Estaba asada a la perfección, pero era la única. Tuve que pedir las costillas de cordero, que también estaban preparadas de manera deliciosa.

16/03/24. El restaurante ha cambiado muchísimo desde que vivimos hace seis años. Ahora no se puede reservar. Te sientas en orden de llegada y únicamente te apuntan en una lista como segundo turno si cuando llegues está todo lleno. El resultado es que a partir de las 13:00 empieza a acumularse gente en la puerta esperando a que abran a las 13:30, y se accede por orden de llegada, por lo que si quieres sentarte en el primer turno tienes que esperar desde las 13:00 en la puerta para almorzar bastante temprano (a las 13:30). En nuestro caso, como pedimos rápido y era todo comida preparada, trajeron rápido todo. Pedimos: - Callos con garbanzos. Estaban buenos y generosos de callos. - Migas. Demasiado pequeñas las migas para mi gusto, pero el chorizo y el huevo estaban buenos. - Croquetas. Estaban cremosas y tenían bastante pollo de cocido, aunque le echaron alguna especia que sabía mucho aunque no se identificar cual. - Albóndigas. Vienen con salsa de tomate natural. Buenas, aunque quizás deberían echarle menos pan a la masa de carne picada. Los postres fueron lo mejor. Tanto la tarta de arándanos como el tocino de cielo estaban muy buenos. Los precios de las carnes son exorbitados (de 17'5 € en adelante) pero los platos preparados tienen un precio razonable. La cuenta 34€ aprox. La camarera joven que nos atendió era un encanto. En el salón, seguramente por el tipo de comensales que nos tocaron, es muy ruidoso y agobia mucho el escándalo. Por cierto, es posible que veáis pasar un tren muy cerca durante la comida. _________________________ Cuando llegamos estaba vacío pero se llenó poco a poco hasta llenarse, así que recomiendo llegar temprano. Los camareros son muy amables aunque cuando se llena tardan un poco. Pedimos sopa de picadillo, lagarto y secreto. Todo muy bueno. Las carnes tienen muy buen sabor. De postre pedimos mousse de arándanos (es industrial) y pudding árabe (casero). La cuenta con agua y un refresco fue 33,75€.

Se come genial y a precio buenisimo

Buena carne, tienen horno de leña , la dueña pura simpatía comimos debajo de la higuera por llevar mascota, estuvimos agusto.

Excelente restaurante para ir a comer, nosotros fuimos después de visitar la cueva del gato porque nos lo recomendaron. El trato fue siempre impecable. Tuvimos que esperar un poco pero enseguida nos pasaron a mesa. Seguía viniendo más gente y nunca dijeron que no a nadie. Las carnes son su especialidad y todo estaba buenísimo. Un 10 en calidad - precio.

Es un lugar ideal sobretodo ara los que nos gusta el mundo ferroviario. Buen comer, buen trato, una jornada gastronómica en entorno ferroviario. la linea tiene trafico y mientras te comes un entrecot poco hecho ves pasar trenes por los ventanales. Ideal.

Siempre que visitamos a l a familia comemos allí, todo perfecto 💯