Restaurante Alcabre en Vigo

Un privilegio el comer ahí. Servicio muy bueno

La cocina y el servicio de este restaurante, dentro del bello entorno del pazo/palacio Los Escudos, desmonta uno de los tópicos al uso en gastronomía, según el cual la restauración hotelera mantiene un nivel inferior al estar enfocada a clientes "comodones", que prefieren comer en el hotel donde se alojan antes que salir a explorar. Un martes a mediodía --no abre los lunes en atención a la calidad del pescado-- disfrutamos mucho con un huevo "perfecto", la ensalada Los Escudos, un pulpo al carbón y un rape albardado, con cerveza y vino gallegos. El servicio, a cargo esa vez de Aroa, magnífico por diligencia y sugerencias. Los precios, muy razonables. Si además hay opción de hacer la siesta --y de pasar la tarde-noche-- en el extraordinario hotel donde se ubica, con opciones de baño en mar y en piscina, lo convertimos en una experiencia 10, un homenaje de altura.

Excelente servicio, ambiente agradable, entorno ajardinado y vistas al mar. La costilla deliciosa y muy tierna y de postre recomiendo la tarta cremosa de gianduja para amantes del chocolate, con toques cítricos y refrescante helado, riquísima.

Calidad excelente; super agradable. Gracias por la atención Nikita y Carlos

Llevo 6 años hospedandome en este magnifico hotel, de incomparable encanto e insuperable ubicacion. El restaurante Alcabre (uno de sus restaurantes), sigue ofreciendo una experiencia gastronomica de excelencia, con productos de la.zona de insuperable calidad y cocima de altisimo nivel de ejecucion. El servicio, simplemente extraordinario con un equibrio perfecto entre el nivel 5***** y la calidez y humanidad como valor añadido. Me sie to como en casa!

Hemos pasado muchas veces por este lugar, por eso hoy decidimos parar. Estamos muy contentos de haberlo hecho. Este fue uno de los mejores almuerzos que hemos tenido desde que nos mudamos a España. Nuestra camarera, Jessica, fue muy informativa y agradable. Esperamos volver pronto. Está a un corto trayecto en bicicleta o en taxi desde el casco antiguo. La presentación y el sabor fueron PERFECTOS.