Restaurante Albergue La Garcipollera en Jaca

Estancia con menú degustación inmejorable. El pueblo es pequeño pero es precioso, mires por donde mires, es un pueblo con encanto al igual que el albergue. Toda una experiencia para repetir, hemos estado un grupo de amigos alojados y con menú degustación en la cena y desayuno incluido. El albergue muy bonito y curioso, las habitaciones muy acogedoras e impolutas las camas muy cómodas y la decoración cuidada. El menú degustación es una sorpresa detrás de otra, todos los platos de 10 en cuanto a sabor, cantidad y presentación: albóndigas de torreznos al ajoaceite de miel, canelón y croqueta de gallina trufada con salsa de chocolate, jarrete de ciervo a los 2 vinos con patatas y chuletón de vaca espectacular, sin olvidar los postres, tocino de cielo con nata y nueces y torrija con crema, sin palabras! El desayuno es casi un almuerzo, zumo, tostadas, embutidos, pan con tomate y café al gusto. No se puede empezar mejor el día. Y ya como broche de oro, Joan e Isabel que hacen que esta experiencia haya sido única, son encantadores, se nota que ponen su cariño en todo lo que hacen, es un gusto conversar con ellos y escuchar sus "leyendas", nos llevamos un extraordinario buen "sabor" de boca y esperamos repetir en un futuro.

Un sitio único perdido en mitad de la montaña en el valle de las Garcipollera que casi nadie conoce . Un restaurante de súper primer nivel con un trato exquisito y con cosas que nunca podrás encontrar habitualmente. Me muero por volver.

Estancia maravillosa en el albergue del valle de la Garcipollera. El entorno es precioso y transmite una tranquilidad increíble. Comimos riquísimo, todo casero y con mucho mimo, dormimos genial — camas cómodas y un silencio total. Joan e Isabel son unos anfitriones de diez: atentos, cercanos y nos hicieron sentir como en casa desde el primer momento. Sin duda, un lugar al que volveremos. Muy recomendable para desconectar y disfrutar de la naturaleza. 🌿 Gracias por todo y recordar que “somos fans” 😅🫶🏻

Descubrir lugares cómo este alojamiento y restaurante son pequeñas alegrías que le dan sentido a la vida. En un entorno privilegiado en otoño y con dos personas, Isabel y Joan, que lo gestionan con mimo, ha sido un auténtico placer. Gracias. Ana

Alojamiento en un entorno maravilloso, acompañado de buena gastronomía.

Comida excelente,amabilidad en el servicio un ambiente muy agradable

Hemos comido , todo buenísimo un trato espectacular esta mucho mejor que el antiguo propietario, volveremos

Hoy hemos estado comiendo cuatro personas así que los platos han sido variados pero todos buenísimos y si además le añadimos un trato amable y cercano es para repetir sin ninguna duda

Estupendo, encantados por el servicio, comida. Todo muy bien.

Encontramos este restaurante por Pura casualidad porque el pueblo está bastante escondido…pero,es una auténtica joya, parece salido de un cuento con esas hermosísimas chimeneas pirenaicas y unas casas sencillamente muy bonitas, con mil detalles y cuidadisimo. La comida de este restaurante ha sido magnífica, unas cocretas exquisitas, unas costillas de cordero con muchísimo sabor y unas típicas migas que no pude terminar porque mi estómago ya no podía más. La atención ha sido de diez o de once…y el cocinero nos ha dedicado después dos libros suyos. Un lugar genial que por desconocido para nosotros aún mejora la valoración,