Restaurante A Nova Cepa en Poio

Volver a un restaurante conocido y salir nuevamente encantado es siempre una buena señal. La atención se mantiene excelente: rápida, cercana y con un cuidado exquisito hacia el comensal. Esa constancia en el servicio es ya un valor en sí mismo. La propuesta gastronómica confirma la buena impresión. Probamos zamburiñas, croquetas variadas, mejillones, pimientos de Padrón, ensalada con atún, rodaballo, huevos fritos con chorizo y fideos con almejas, acompañados por un albariño de la casa. Cada plato estuvo a buen nivel, con sabores bien definidos y ejecuciones sin fisuras. Como colofón, el detalle de ofrecernos a probar unos lazos de elaboración propia fue un gesto que redondeó la experiencia. Comimos 4 personas por 138 €. Lo unico que podría parecer elevado, fue el importe del Rodaballo, que fueron 25€ En definitiva, un restaurante que no solo cumple, sino que reafirma su categoría en cada visita. Lo considero un lugar muy recomendable en el que la hospitalidad y la cocina caminan de la mano para dejar al comensal plenamente satisfecho.

Para recomendar y repetir. Espectacular tanto la comida como la atención.

La comida y el trato no puede ser mejor. Agradecer especialmente la amabilidad del camarero y su acierto a la hora de aconsejarnos, no pudo ser mejor. Gracias.

El paraíso de los mariscos a precios muy razonables.

Cómo siempre, calidad excelente. Cocina gallega excepcional y un trato muy amable del personal. Relación calidad-precio inigualable.

Comidas muy buenas con una atención excelente. Cenamos en la terraza y tienen unas vistas geniales

Todo lo que pides está buenísimo, marisco, pescado y carne, ni una sola cosa se puede decir de la calidad, pero amén de la grandísima calidad de todas sus ofertas gastronómicas, está la "familia" y digo bien, familia, de todo el personal que lo regenta. Gracias a todos por vuestra generosidad, por ofrecer lo mejor de todo lo que tenéis, por vuestra calidad humana, por vuestra cercanía y cariño....no nombro a nadie porque no hay necesidad, pero mando una atención especial a una persona que está ausente, la repostera, por su marido, el alma del bien hacer, al igual que su hermana, la cocinera una superwoman, su hija, una científica que viene a pasar sus vacaciones para ayudar a su madre, todo el personal de apoyo, esas chiquillas encantadoras.....al final, te despides con lágrimas por no tener al lado de tu casa unas personas que has empezado a querer. En fin, recomiendo este restaurante, o casa familiar, por su comida exquisita, por su cercanía y por hacer que nosotros, los clientes, estemos mejor que en casa. Lo siento, Nardo, te tengo que nombrar y a ti Mary, mi compañera de fatigas. A todos, mil gracias y nos veremos pronto. Muchos biquiños y abrazos. Vamos a volver. ❤️❤️❤️❤️ P.D. gracias encarecidamente por el aprendizaje gastronómico, vitícola, cosechero, agricultor, por la esencia, humanidad y el buen hacer. 15 de 10. Os queremos. Nunca olvidaremos tampoco esa luna anaranjada y su explicación astral. Con vosotros siempre!!!

Producto de primera cocinado con la experiencia de los años. Los lazos glaseados los baja un angel del cielo a tu mesa, espectaculares. Aquí se viene a comer. Si además os gustan los vinos, saben lo que se llevan entre manos.

Nos atendieron muy bien... marisco de calidad!

Ha sido un espectáculo de cena, las almejas exquisitas para mojar 2 bollos de pan, pero lo que más me gustó fue las zamburiñas, espectacular es poco, con decir que mañana nos vamos para Sevilla y hemos reservado para almorzar y volverlas a pedir con arroz con bogavante que ya estamos contando los minutos para degustarlo, un 10 de 10