RESTAURANTE en La Seu d'Urgell

Todo lo que comimos nos sorprendió gratamente con el buen sabor, el servicio y cercanía del personal demuestra que hacen las cosas con dedicación. La decoración y la musica muy acorde al lugar. Lo recomiendo mucho, todo absolutamente delicioso

¡Muy recomendable! ¡Carta variada y muy buena, en un local agradable con un servicio muy atento! ¡Repetiremos!

Es un restaurante realmente muy sorprendente!!! Visita obligada si esta supera la zona. Todo exquisito y producto de primera calidad. Tienen en cuenta a los celíacos con mucha opción sin gluten o platos adaptados. El servicio se atento y desprende simpatía y entrega.

Un excelente restaurante al que he ido en visitas a la Seu en varios años consecutivos y siempre sale bien. No es barato pero nunca te quedas con la sensación de haber pagado de más. Ni con hambre.

Todo riquísimo, lo mejor es la calidad/precio. Personal muy amable, la camarera que nos atendió era un encanto y lo que nos aconsejó acertó de 10 en todo. Una experiencia que repetiremos seguro.

Comida de mercado con un pescado espectacular. Además el personal de sala te hacen sentir como si estuvieras en casa. No me canso de visitar este entrañable restaurante

No solo hemos disfrutado la comida, ir a restaurantes donde se deleitan recomendando vinos ya es de otro nivel. Gracias por la gozada! Volveremos!!

Calidad ,precio ,servicio, unos de los mejores restaurantes que he sido últimamente ,servicio atención perfecta,comida Buenísimo ,precio adecuado al conjunto de todo ello!!!Anna

La palabra qur usaría para describir esta experiencia es: correcto. Los platos son buenos, pero no es un sitio de esos que te impacta por algún motivo. En general buena experiencia pero dentro de la medianía. El jamon iberico a pesar de ser de buena calidad, era de blister. Al no estar cortado a mano y atemperado pierde mucho. No es algo que pediría otra vez por 19 euros. El pan de coca con tomate, 7 euros por cuatro piezas... es excesivo. La tortilla de bacalao muy buena, pero no se debe de servir flotando en agua, en mi opinión. Las croquetas gustaron mucho al niño y a mi mujer, yo las encontré un poco secas. El chuletón era de buena calidad pero la mayor parte era hueso. Quizá tuvimos mala suerte con la pieza que nos tocó. El rape era correcto, sin más. La bodega de vinos aceptable, pero escasa. En cuatro al postre probamos la tarta de manzana casera (excelente) y el couland que fue correcto. En general comimos bien y quedamos satisfechos, pero consideramos que el precio es elevado para lo que ofrece. Hay espacio de mejora. Hasta la próxima!

Es un restaurante pequeño, con pocas mesas y eso hace que la calidad de la comida y del servicio sean perfectos. Está muy bien decorado, es muy acogedor, tiene mucho encanto y la bodega de vinos es buenísima. Su comida es de proximidad, muy bien elaborada y muy cuidada. Merece la pena ir a degustar su comida.