Restaurant Mendia en Esplugues de Llobregat

Si buscas un restaurante para comer como en casa , este es el lugar. Comida 100%casera, postres incluidos. Trato de todo el personal de diez.

Fui por el cumple de una amiga y el lugar un 10, se come riquísimo y abundante. La atención fue bárbara, son amables. El ambiente tranquilo y familiar.

Todo buenísimo y el camarero muy guapo. Me encantó la tarta de queso.

Encontré este lugar cerca de mi alojamiento. Comí muy bien. Recomendamos el menú de hoy.

la comida estaba muy buena y un gran servicio, el camarero muy amable, hemos tenido un problema y lo ha solucionado al momento! gran persona y se nota que el producto es de calidad, volveremos.

Muy buena opción para comer/cenar en Esplugues. Calidad-precio muy correcta .y buena cocina Fuimos a celebrar un cumpleaños y el trato fue muy correcto y amable. Estuvimos muy a gusto. Para repetir.

Íbamos a un concierto de Jazz cerca y buscamos un sitio donde poder cenar antes y encontramos este establecimiento asi que reservamos a las 20.30h. Llegamos unos minutos antes y nos dejaron pasar aunque estaban abriendo aun. El espacio interior es sencillo y elegante, bien aprovechado. El propietario es quien gestiona la sala y está atento a todo. Por circunstancias tardaron un poco en tomarnos nota y eso retrasó los tiempos, pero estuvimos a gusto. La carta tiene un poco de todo, tapeo, ensaladas, carnes, pescados y nos dijo que tambien hacían torradas. Nosotros para empezar pedimos el cazón en adobo, que como nos comentó era del día, por lo que estaba bueno pero con un sabor suave. Y los buñuelos de bacalao que se notaban caseros y muy buenos. Y como platos principales, probé el solomillo de canguro con foie flambeado, que estaba en su punto cocinado. En mi opinión, me sobraba la salsa de fondo, algo fuerte de sal. Y mi pareja el entrecot con salsa de mostaza, que estaba demasiado poco hecho y se hacía difícil cortarlo, y con excesiva salsa. Ambos platos iban acompañados con patatas caseras y pimientos verdes. En cuanto a la carta de vinos, bastante asequible aunque con pocas referencias catalanas. Y nos sorprendió que el tinto que pedimos nos lo trajo en una cubitera y nos dijo que esperáramos un par de minutos, pero realmente estaba caliente tras esperar mas. Tambien tuvo un par de detalles, cortesia de la casa, como traernos unas aceitunas, vi que en otras mesas eran patatas chip, y unos chupitos al finalizar.

Íbamos a un concierto de Jazz cerca y buscamos un sitio donde poder cenar antes y encontramos este establecimiento asi que reservamos a las 20.30h. Llegamos unos minutos antes y nos dejaron pasar aunque estaban abriendo aun. El espacio interior es sencillo y elegante, bien aprovechado. El propietario es quien gestiona la sala y está atento a todo. Por circunstancias tardaron un poco en tomarnos nota y eso retrasó los tiempos, pero estuvimos a gusto. La carta tiene un poco de todo, tapeo, ensaladas, carnes, pescados y nos dijo que tambien hacían torradas. Nosotros para empezar pedimos el cazón en adobo, que como nos comentó era del día, por lo que estaba bueno pero con un sabor suave. Y los buñuelos de bacalao que se notaban caseros y muy buenos. Y como platos principales, probé el solomillo de canguro con foie flambeado, que estaba en su punto cocinado. En mi opinión, me sobraba la salsa de fondo, algo fuerte de sal. Y mi pareja el entrecot con salsa de mostaza, que estaba demasiado poco hecho y se hacía difícil cortarlo, y con excesiva salsa. Ambos platos iban acompañados con patatas caseras y pimientos verdes. En cuanto a la carta de vinos, bastante asequible aunque con pocas referencias catalanas. Y nos sorprendió que el tinto que pedimos nos lo trajo en una cubitera y nos dijo que esperáramos un par de minutos, pero realmente estaba caliente tras esperar mas. Tambien tuvo un par de detalles, cortesia de la casa, como traernos unas aceitunas, vi que en otras mesas eran patatas chip, y unos chupitos al finalizar. Es un lugar que recomendaría aunque tiene puntos de mejora.

La carta tiene un poco de todo, tapeo, ensaladas, carnes, pescados y nos dijo que tambien hacían torradas. Nosotros para empezar pedimos el cazón en adobo, que como nos comentó era del día, por lo que estaba bueno pero con un sabor suave. Y los buñuelos de bacalao que se notaban caseros y muy buenos. Y como platos principales, probé el solomillo de canguro con foie flambeado, que estaba en su punto cocinado. En mi opinión, me sobraba la salsa de fondo, algo fuerte de sal. Y mi pareja el entrecot con salsa de mostaza, que estaba demasiado poco hecho y se hacía difícil cortarlo, y con excesiva salsa. Ambos platos iban acompañados con patatas caseras y pimientos verdes. En cuanto a la carta de vinos, bastante asequible aunque con pocas referencias catalanas. Y nos sorprendió que el tinto que pedimos nos lo trajo en una cubitera y nos dijo que esperáramos un par de minutos, pero realmente estaba caliente tras esperar mas. Es un lugar que recomendaría aunque tiene puntos de mejora.

Me encanta venir a comer aqui como minimo 2 veces al mes, la comida y el servicio me encantan.