Restaurant La Plaça | Erill la Vall en La Vall de Boí

Cenamos estupendamente mi pareja y yo. soy celíaca y tenían bastantes opciones sin gluten, controlaban contaminación cruzada y fueron muy atentos. Recomendable!!

Cenamos anoche cuatro montañeros despistados Muchísimas gracias por el trato la amabilidad y sobre todo el buen vino y la buena comida , con gente así da gusto

Buen producto de proximidad y atención exquisita.

La comida es excelente. La cecina de wagyu nos sorpendió. Muy buena. A destacar el rabo de toro en crujiente, espectacular. La ternera guisada buenisima. Los postres de diez. Buenos vinos y de distintas denominaciones de origenes. A destacar la amabilidad de Xavi y la atención de todo el personal. Repetimos luego para la cena ya que nos gustó el sitio y sobretodo la comida. Si vas a Erill la Vall no dejes pasar la oportunidad de comer allí.

Atención y comida extraordinaria. Un lugar para recordar y volver porque sabes que saldrás satisfecho. Nos permitieron entrar con nuestros dos galgos. Muchas gracias. Felicidades al personal de cocina.

Espectacular como siempre,esta vez nos han sorprendido con el menú chuletón!!delicioso!que producto i que bien trabajado!!,🙏🫣😋😋😋😋😋

Comida familiar con tres generaciones y tenían en el menú platos adecuados para las tres. Todos muy bien hechos y presentados. El chuletón vuelta y vuelta de antología

Personal muy competente. Platos típicos, magníficamente cocinados y presentados. Nos encantó. Lo recomendamos encarecidamente.

Muy buen trato y buena comida. Sitio muy agradable.

Reservamos en el restaurante después de ver varias publicaciones donde se anunciaba un menú de unos 25€, con platos atractivos y buenas valoraciones. Pero al llegar nos informaron que sólo ofrecían un menú cerrado de 80 € para dos personas o la carta. La acogida fue algo distante por parte de la responsable, sin saludo ni despedida en el momento de pagar, aunque hay que decir que el personal de sala fue amable y atento durante el servicio. El comedor es acogedor y tranquilo; incluso en pleno mes de agosto había pocas mesas ocupadas, lo que permite gozar de un ambiente muy relajado. Por lo que respecta a la comida, la presentación era muy cuidada y la calidad, muy buena. Destacamos especialmente los canelones, que nos encantaron. Ahora bien, el precio nos pareció algo alto: un plato de tomate de Barbastro, dos platos de canelones, dos cervezas y dos cafés costaron 49,90 €. En resumen, una experiencia gastronómica de calidad, en un entorno agradable y con buena atención en la sala, pero cuya relación calidad-precio podría ajustarse mejor.