Restaurant El Vicenç - Only Adults +12 en Pollença

Recibimos un bono como regalo de nuestra boda para disfrutar en UVicenç. La propuesta gastronómica del menú degustación superó nuestras expectativas, cada plato destacaba por su creatividad, el sabor era impecable y la presentación estaba cuidada al detalle. Para mí, el plato estrella fue la tartaleta, muchísimas gracias por permitirme repetir de ella. El servicio, impecable de principio a fin, merece una mención especial a nuestros camareros Daniel y Marta, muy amables y profesionales que contribuyeron a que esta velada se quedara grabada en nuestra memoria. Sin duda, recomendamos este restaurante a cualquiera que quiera disfrutar de alta cocina y un trato excepcional en Mallorca.

La comida estuvo bien. El servicio de bebidas fue lento, pero el personal fue muy amable. Avisé al restaurante con antelación de que le pediría matrimonio a mi (ahora) prometido ese día y pregunté si había alguna manera de que nos sintiéramos especiales. Nadie lo reconoció y, desde luego, no nos hicieron sentir especiales, lo cual fue una pena.

La comida es muy sosa para el precio y la presentación es descuidada. El sabor no es malo, pero tampoco excepcional. En general, es simplemente excesivamente caro. El personal fue amable. Se da prioridad a los clientes españoles e ingleses. La calle junto al restaurante estaba concurrida en el momento de nuestra visita. El interior estaba muy bien, pero la zona exterior, al igual que la comida, carecía de atención.

¡Magnífica vista para cócteles y aperitivos! Los productos eran de alta calidad y estaban bien preparados.

Es realmente impresionante cómo la comida y el ambiente se fusionan a la perfección. Disfrutar de una cena con una explosión de sabores tras otra mientras contemplas la puesta de sol, con vistas a una bahía impresionante, es algo realmente especial. El servicio fue excelente. Apenas se notaba, pero siempre presente. Hicieron su trabajo con sensibilidad, discreción y, sobre todo, con una coordinación perfecta. La comida estuvo excepcional. Si te gusta la alta cocina, disfrutas de una buena bebida y sabes que la calidad, el servicio y el ambiente tienen un precio, este es el lugar ideal. Pero no olvides reservar; aquí no encontrarás nada espontáneo. ¡Nos vemos pronto!

¡Genial! Todo estaba delicioso y a un precio razonable. El personal es muy profesional y está muy bien capacitado.

¡Un auténtico momento inolvidable! La vista es simplemente espectacular; te sientas frente al mar, una belleza deslumbrante. La comida fue excepcional de principio a fin: fresca, creativa y preparada con cariño. Un agradecimiento muy especial para Daniel, nuestro camarero. Su servicio fue realmente impresionante: atento, cálido y profesional. Hizo que nuestra velada fuera realmente especial. Un lugar al que sin duda querrás volver una y otra vez. La combinación perfecta de comida excelente, vistas únicas y un servicio de primera.

Un 11 sobre 10. En una terraza muy agradable, con unos empleados encantadores y muy profesionales, un menú degustación original, delicioso y bien ee cantidad. Una sorpresa muy agradable. En mi opinión el mejor restaurante de Santi Taura por el momento. Se pasan con el precio del vino, pero la selección parece muy buena.

Un lugar muy agradable para tomar una copa por la noche o una gran cena con vistas al mar, lo recomiendo!

Preciosa azotea con impresionantes vistas que hacen que la espera merezca la pena. Empezamos con un refrescante Hugo Spritz y vino, que maridaba a la perfección con el cálido aire mediterráneo. La ensalada de hojas y frutas de temporada con bizcocho de queso Mahón era única y sabrosa, y los canelones de berenjena y los buñuelos de verduras de verano eran creativos y deliciosos. Terminamos con la Colette de almendras de postre: ligera, con sabor a frutos secos y el broche de oro perfecto. La comida era fresca y estaba presentada con esmero, y el ambiente era justo lo que se busca para una velada tranquila y relajada. Prepárense: el servicio no es apresurado, pero parece intencionado; es un lugar para disfrutar. ¡Qué ganas de volver!