Después de tantos y tantos años.... hice mi comunión allí y tengo 42 años, se pueden imaginar.
Las dos últimas veces que fuí, me pareció mediocre, pero lo atribuí a una mera casualidad.
Esta vez me veo obligado a escribir una reseña, sin más intención de la de intentar que mi opinión pueda mejorar el restaurante (donde siempre soñé que haría mi boda)
En entrada, el ambiente es poco acogedor, te sientes solo, solían haber los propietarios por la zona pero esta vez no estaban. Me llamó la atención lo mal cuidados que están los acuarios con el potencial que tienen, obvio es un trabajo adicional, pero yo no me comería un bogavante que vive en un acuario lleno de alga roja.... un camarero nos llevó amablemente a la sala clasica y pudimos elegir mesa. Hay que decir que la climatización no es su fuerte en estos días tan calurosos.
Carta de vinos excepcional y de menú, todo un clásico. En este aspecto, he de decir que aquí está mi punto más negativo, ya que si te dedicas a los clásicos, deben ser excepcionales.
Carpaccio de buey y otro de gambas apenas sazonados, buena calidad. Croquetas de ceps bastante sosillas, no me atrevo a decir si son de bolsa, pero dan el pego bien.
El carpaccio de gambas lleva piñones quemados, no se porqué, y el camarero directamente no sabía lo que eran. El de buey, ni un solo toque de mostaza ni limón, al menos apreciable.
Segundos, un fuera de carta, bacalao con trompetes de la mort, y solomillo al foie. Los dos perfectamente ejecutados. Sin gracia ninguna, la salsa de foie lo es porque lo pone en la carta, y la calidad de la carne es correcta. El punto del bacalao, impecable. En ese momento había mucho personal en la sala pero el servicio no es destacable.
Un albariño servido a mala temperatura (es curioso porque esta marca permite saberlo solo con mirar la etiqueta), que a duras penas se enfrió correctamente con la cubitera.
En general me parece de buena calidad pero como si hubiera viajado 20 años atrás. Para llevar a la abuela para su cumpleaños. O al niño a su comunión y no fallar el tiro. Nunca me desplazaría hasta allí expresamente para comer, yo creo que tiran de costumbrismo y clientes asiduos de edad avanzada.
La mejor parte, dado que el albariño no era apetecible terminarlo, decidimos llevarnos apenas media botella que quedaba (25€), a lo que nos ofrecen una bolsa de basura de las azules del mercadona, sisi, la bolsa de basura de la cocina. Increíble.
Informamos a la chica que parecía la encargada, y nos comentó que en ese restaurante "los clientes no se llevan el vino". Le comenté que tenía que conducir y ese hecho solo daña su imagen, el hecho de que salgan clientes por la puerta con botllas de vino "literal" en la mano, no pareció importarle (obvio no iba a salir de allí con una bolsa de basura).
He visto ese restaurante a los topes de clientes, con cola, las 3 ultimas veces solo la parte "clasica" sin llenar del todo. Antes estaba a tope.
No es malo. Pero no sorprende. Casi diría que la mejor opción es pedir una ensalada y canalones o un entrecot brasa. A lo básico.
Precio, 55€ por persona sin postre. café ni copa.
Yo, sintiéndolo mucho, después de haber ido cientos de veces cuando era más joven, prefiero obviarlo y optar por opciones un poco más adecuadas a su precio, y al año que estamos.
Saludos a Amelia, como he empezado, es meramente mi opinión y con animo totalmente constructivo.
Eva Flor
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20 Julio 2025
6,0
Sitio emblemático, trato cordial y cercano desde la llegada, comida excelente desde el aperitivo de cortesía hasta la sobremesa de cortesía, y calidad precio más que razonable, sin duda sitio para repetir
Tony Barenys
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05 Julio 2025
10,0
Celebramos nuestra boda en Els 4 vents y no nos arrepentimos de absolutamente nada, detallistas a más no poder, pendientes de nosotros en todo momento, gracias por tanto, cada aniversario volveremos 💖🥹
Melania Moor
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29 Junio 2025
10,0